A ver, pasaporte…

 

 

Si no fuera una historia de delincuencia hasta tendría algo de gracia lo que ocurrió anteayer con mis queridos pilotos argelinos.

Tenían un día de descanso para recuperar fuerzas y repasar tranquilamente la inmensa cantidad de información que van recibiendo a lo largo del curso de calificación para un nuevo avión. Así que salieron a dar un paseo por la zona donde vivimos como transeúntes.  No doy referencias pero debo decir que la zona está formada por muchos bloques de apartamentos de alquiler, hoteles y centro comercial… o sea que cuando cae la noche queda un mundo abierto a la soledad, al vacío de la calle y por supuesto a los depredadores de lo ajeno.

A mis chicos les paró una pareja de policía, de los de la secreta, y les pidieron la documentación. Estos se negaron inmediatamente a hacerlo y les pidieron a los policías que se identificaran en primer lugar ambos dos, sin amilanarse ante un transmisor-receptor que puede comprarse en un bazar cualquiera…

Los policías sorprendidos les enseñaron sus credenciales y placa sin chistar, pero la placa también podría ser de imitación… En fin que al final hablando les dijeron que si querían información sobre ellos que se pusieran en contacto con el centro de instrucción en el que tienen copia del pasaporte y los visados en regla… jejej la cuestión era no sacar el pasaporte de ninguna manera.

Tanta obstinación lógicamente tiene un origen. Lo cierto es que hace no mucho tiempo les ocurrió lo mismo a otros compañeros que estaban por Madrid, que fueron requeridos a presentar su pasaporte a una pareja de «presuntos» policías, y de buena fe los entregaron al de la «placa». Una vez es su mano les dijeron que soltaran todo el dinero que llevaban si querían recuperarlos… así que a pasar por caja y no tener más disgustos… Evidentemente no eran policías sino unos atracadores que han encontrado su «nicho» de negocio en una buena zona…

Precisamente a los protagonistas de la anécdota los paró la policía auténtica porque está investigando lo que debe ser más frecuente de lo que conocemos. Su labor es discreta, difícil y, por lo que les comentaron, la descripción de uno de los delincuentes es similar al aspecto de uno de los buenos.

Por último me dijeron que en todo momento fueron tratados con mucha educación y respeto por parte de los agentes, que les dieron todas las explicaciones necesarias y les dejaron marchar cuando les mostraron simplemente la tarjeta de acceso restringido que todos llevamos para entrar en la zona aeroportuaria de Barajas…

Ojalá que pronto den con los extorsionadores que andan aprovechándose de los que vienen a nuestro país por los motivos que sean y que se llevan un recuerdo que lleva la marca España grabada en el pasaporte…

 

 

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

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