Al filo de lo posible


(pantallazo tras intentar buscar en la web)

Lo de renovarse el DNI es casi ya una nueva aventura callejera (como las de Calleja). Estamos acabando la primera década del siglo XXI, la de la informática al alcance de todos, la de la oficina virtual, la web 2.0, la tienda on-line, la del borrador de Hacienda (casi siempre erróneo), y las Ipad, la HighTech, y los tablet PC’s. Casi nada lo que tenemos a disposición desde un teclado.

Pero… el DNI eres tú mismo, es físico y tiene cara y revés (a ver si me hago el electrónico). Y como ente tangible y obligatorio hay que obtenerlo de manera personal. El Ministerio del Interior hace tiempo que puso en funcionamiento un sistema que ha quedado totalmente desfasado para poder pedir cita previa para obtener o renovar tanto el DNI como el Pasaporte. Casi, casi que ni os molesteis, salvo que lo hagais con tres o cuatro meses de anticipación a la fecha de caducidad (que es lo que deberíamos hacer).

También se puede hacer la petición de esta cita a través del teléfono: 902.247.364 Pero esto es casi una quimera ya, que una vez que consigues contactar, la información de que disponen lógicamente es la misma que aparece en la web y te pueden ofrecer hora para un par de meses después o tres…

La única alternativa posible para conseguir efectuar el trámite, consiste en personarse en la comisaría correspondiente para obtener un número con hora aproximada de turno en el que serás atendido. Claro que, cada uno con su historia, se presenta a la hora de apertura la primera vez y ve que hay una cola «del tres» con la misma intención que tú. Como has llegado de «pardillo» enseguida acabas, porque en unos diez minutos ya no hay disponibilidad de turnos libres. Así que has de volver otro día madrugando un poquito más. (Dicen las malas lenguas que hay quien se aposta a la puerta de la comisaría a las 06:00 h. ).

Yo he llegado a las 07:45 y había… ¡muchos!. Pero tenía la esperanza de que me llegaría el turno para el horario de tarde. ¡Que si quieres arroz!. Tras una pequeñísima acalorada de algunos que nos hemos quedado en puertas, han ampliado el cupo en seis u ocho personas más. Así que me he quedado el primero fuera… jeje.

La gente ha empezado a quejarse a los policías nacionales que estaban de turno de guardia. Craso error. Ellos no son responsables de lo que la administración haga u organice, porque ellos están ahí para garantizar la seguridad nuestra y de las propias dependencias de la comisaría. El funcionario que «suministra» los números tambien es un «mandao» y reparte la cantidad de cupo que le dicen, nada más. Y aún con todo, el hombre debo decir que se ha preocupado por conseguir un pequeño incremento de agraciados.

Yo siguiendo con mi tradicional método aprendido de los ingleses (eso que llaman flema), me he dirigido al agente más próximo para solicitarle un libro de quejas dirigidas a la administración. Por cierto que en todas las dependencias y servicios administrativos se dispone de ellos y están esperando que los ciudadanos perdamos cinco minutillos de nada para dejar nuestras sugerencias, quejas o reclamaciones.

El joven policía ha sido en todo momento correctísimo, educado y muy amable, facilitándome el correspondiente libro en menos de dos minutos. Yo quería dirigir la misma al Minsitro del Interior, que para eso es el responsable de todo lo que ocurra aguas abajo de su despacho. Pero también entiendo que tiene cosas mucho más importantes que hacer. Sin embargo algún jefe de negociado, de servicio o de dependencia sólo hará caso de la razón que nos asiste cuando el número de quejas diarias sea tan numeroso como para que le llamen a revisar los procedimientos que aplica, que no hay que perder de vista están encaminados a satisfacer al ciudadano como usuario y dependiente de la propia Administración.

No sé a quien le llegará mi queja, ni la de otra señora a la cual he invitado a firmar en el mismo libro. El resto me miraban con cara de póker, imagino que pensando que mañana tendrán más suerte. Yo volveré a jugar, un poquito antes que hoy claro, pero si me quedo otra vez en puertas, creo que volveré a escribir una nueva queja. ¡Qué le vamos a hacer!, soy incapaz de estar en una comisaría tanto tiempo sin estar detenido previamente. Y aún en ese caso, en menos de 72 horas, te tienen que aplicar el Habeas Corpus.

Actualización: Hoy 5 de Julio el Periódico de Aragón se hace eco de esto mismo…

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

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