Cacosmia

Algo huele a podrido… dentro de tí.

El término cacosmia, del que me enteré hace unos días, no es muy conocido y buscar el sentido del mismo no me ha resultado fácil.

Según el DRAE:

1. f. Med. Olor fétido.

2. f. Med. Perversión del sentido del olfato, que hace agradables los olores repugnantes o fétidos.

En mi caso particular se refiere al olor fétido, pero que no proviene del exterior, sino de lo más profundo de tu propia nariz. El primer día que lo percibí tuve la sensación de que alguien estaba abonando el jardín con estiércol. Pero en diferentes lugares y horas, era imposible esta explicación, así que era una cuestión propia.

Acudí a la consulta de mi alergólogo, ya que llevaba varios días con otitis, taponamiento de oídos, congestión nasal y cada vez más flujo de «moquita» y con los pólipos creciendo e invadiendo los senos hasta tener la certeza de que la sinusitis estaba renovada con la primavera.

Es una pena que además de quedarte sin olfato (anosmia) mantengas una parte activa que te deje percibir un olor que literalmente es a podrido (caca).

Afortunadamente no es otra cosa que una infección de las vías respiratorias altas, complicada por una serie de factores personales, que se exacerban en la época de las alergias. Nada más que eso.

He recorrido varios foros, donde la gente desesperada de soportar estos malos olores, intenta averiguar cómo se puede curar lo que llaman enfermedad. Muchos hablan de que les han hecho un TAC para ver si tenían problemas en los senos paranasales. A mí me han hecho ya unos cuantos y la tengo siempre «latente» así que estoy siendo tratado con antibiótico y unas maravillosas gotas nasales que lógicamente tienen corticosteroides y que actúan inmediatamente contra la inflamación localizada. Así que en un par de días desapareció el mal olor y poco a poco voy recuperando la normalidad.

De todo lo que he rebuscado por ahí apenas un documento habla algo en serio de esto (apuntes_de_patolog_a_nasosinusal (2). Hay sin embargo curiosidades históricas de cómo el olfato se acostumbra a los olores pestilentes, e incluso los encuentra agradables, lo que llaman una perversión del olfato.

Sinceramente espero que este pequeño post se vaya ubicando antes que muchos de los que aparecen para llevar un poco de tranquilidad a esas personas que no encontraban nada que les resolviera su desazón ante un problema que no es más que consecuencia de una alteración pasajera.