Carlos Pauner

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Las montañas son seres mágicos que hechizan a un montón de privilegiados de la naturaleza que son capaces de asumir el reto de «conquistarlas», subiendo por su piel cambiante, hasta llegar a su cima.

Ayer tuve el honor y el privilegio de coincidir con un escalador de los de la élite mundial, me refiero a Carlos Pauner. Sus logros deportivos han sido muchos y siempre me queda un pequeño resquemor por la poca o nula difusión que tienen este tipo de deportistas frente a otros deportes. Imagino que a ellos les importa menos, ya que sus ambiciones pasan por conseguir la financiación suficiente para poder llevar a cabo sus expediciones, y poder llegar a lo más alto de sus aspiraciones. La fama quedará para otros, pero el placer de ver el mundo «a sus pies» sólo lo tienen ellos.

Estuvimos charlando unos instantes , al pie del avión con el que posteriormente iba a realizar unas horas de entrenamiento como piloto y me reafirmó en que son seres superdotados en todos los sentidos. Humilde y próximo daba la impresión de ser un magnífico relaciones públicas, que se encuentra a gusto entre las personas y que no va a escalar huyendo del contacto humano. Bien al contrario se diría que sube a las montañas buscando la relación personal en el grado máximo. Una cordada, una expedición, una convivencia donde todos dependen de todos; y al final una cima más en su palmarés.

Tienen asumido el importante riesgo que corren, según sus palabras alrededor de un 30% de los que lo intentan a dichos niveles , no sólo no lo consiguen sino que pierden su propia vida en la montaña. Sin embargo siguen buscando sus propias metas y luchando con la montaña, día a día, para conseguir la imagen efímera del mundo desde una altura superior a 8.000 m.

Ahora está planeando ir a escalar el Everest sin oxígeno esta próxima primavera. Le deseo muchísima suerte y éxito en algo tan arriesgado que seguro consigue realizar. Vaya desde aquí mi humilde homenaje a Carlos Pauner y a tantos y tantos montañeros como han llevado al hombre hasta las cimas de su propio límite.

Ha sido coincidencia, ahora que acaba de morir el primer hombre que ascendió hasta el Everest, Edmund Hillary, que haya conocido a uno de los privilegiados que lo han hecho posteriormente y que además haya tenido la amabilidad de hacerse una foto conmigo.

Ojalá pudiera ir con él. Suerte, colega aviador, y muchísimas gracias por las fotos.

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Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

2 respuestas a “Carlos Pauner”

  1. Pingback: Aeronia otra forma de volar en Aragón » Alas de Plomo

  2. Tengo la suerte de conocer a los chicos que forman parte de alguna de sus expediciones, porque pasan por La Bernarda, cuando vienen a Biescas, me encanta la labor que realizan, son unos seres privilegiados por tener la valentía de subir a hasta esas cimas, que a veces se han quedado con alguno de ellos, pero ven recompensados sus esfuerzos y su espíritu de superación es impresionante. Animo chicos y suerte.

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