Correspondencia Biunívoca

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(Autor: Ken’s Aviation, miembro del grupo photonaútica)

Un título un tanto enrevesado para algo muy sencillo. Por pocas matemáticas que hayamos estudiado, todo el mundo recuerda el concepto de unívoco o de biunívoco, en el que se relaciona un elemento de un conjunto de manera única con otro de un conjunto distinto. Cuando la relación en sentido inverso también hace coincidir dicho elemento con el anterior, estamos en una correspondencia biunívoca.

Pero hay conjuntos, y correspondencias que pierden la «bidireccionalidad» para hacerse de manera que sólo haya relación en un sentido. Decimos entonces que la relación se establece de una manera unidireccional.

¿Que a qué viene este rollo?. Acabo de leer con sumo agrado que los militares de carrera del Ejército del Aire van a ser Licenciados Universitarios según ha hecho público la Ministra de Defensa. Parece ser que la Academia General del Aire va a ser considerada como Centro Universitario de Defensa. ¡Felicidades a los licenciados Tenientes del Ejército!, cuyos estudios y esfuerzo les van a equiparar, como merecen, con cualquier otro titulado universitario y lógicamente optar a todos los estamentos públicos o privados que exigen y necesitan de titulados universitarios.

De siempre hemos tenido una pata coja en cuanto a la relación entre piloto militar o piloto civil. De hecho ha habido siempre una relación UNIVOCA en cuanto a la posibilidad de acceso a un determinado empleo por parte de unos u otros. Mientras que un piloto militar, tras cumplir con el compromiso adquirido con las Fuerzas Armadas, ha podido cambiar de actividad y seguir desempeñando su trabajo como piloto civil, en sentido contrario siempre ha sido IMPOSIBLE. La razón de ello siempre ha sido incomprensible para mí.

El hecho de que un piloto militar, cuando adquiere el cargo de comandante sea apartado en la práctica de la escala de vuelo para desempeñar puestos de jefatura como requiere su cargo, reduciendo su actividad aérea tanto como para poco más o menos mantener la licencia en vigor y hacer unas pocas horas de vuelo al año. Ello a quienes aman volar por encima de todo les supone una renuncia demasiado dura como para aceptar quedarse como miembro en tierra de un Ejército cuyo mayor atractivo para ellos era la posibilidad de volar. Ello unido a la diferencia salarial entre una y otra forma de vuelo, hacía que la gran mayoría de buenos pilotos y militares optaran por abandonar su carrera militar y convertirse en pilotos civiles. ¡Lógico y humano!.

Mientras tanto un buen piloto civil, o regular, no tenía nunca la opción de trabajar como piloto contratado por el Ejército, independientemente de que el tipo de avión y el trabajo fuese de transporte de material y/o tropas que nada tiene que ver de manera directa con ser un militar de carrera, simplemente un trabajador contratado, igual que hay cuerpos sanitarios, jurídicos, etc. mediante los cuales tienes la opción de ingresar como oficial después de haber realizado una carrera y superando una oposición y una formación castresnse específica.

Pero los pilotos civiles tienen que ser siempre civiles, salvo movilización forzosa en caso de conflicto. Así que el camino y la relación es sólo de un sentido, cosa que para mí no tiene «sentido».

Si ahora además se reconoce con todo merecimiento que su formación es Superior, estamos ahondando más en la diferencia existente hasta el momento, en el que ya no sólo se permite cambiar de trabajo, sino la opción de opositar a cuerpos superiores de la administración.

En la fecha actual la equivalencia de convalidación entre un piloto civil, con experiencia demostrada y cumpliendo determinados requisitos es la de diplomado universitario. Sobre la formación de los pilotos civiles y la intención de dotar a los estudios de un caracter universitario ha sido una ambición histórica para todos los profesionales aeronaúticos. Si bien es verdad que era una aspiración legítima, las trabas administrativas para conseguirlo han sido siempre muy elevadas y en vez de incrementar las exigencias formativas ha ido paulatinamente disminuyendo el nivel de exigencia, convirtiendo las escuelas de pilotos es meras academias de vuelo, donde las enseñanzas teóricas han ido perdiendo importancia con el paso de los años. La única excepción a esta tendencia fué el CESDA, apoyado por el Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (COPAC), en un intento por conseguir la titulización de la profesión y acabar con la privacidad de la enseñanza.

Y en esas estamos, con apenas un centro reconocido como universidad Aérea y cuya titulación dista mucho de estar equiparada con lo que ahora se supone que podrán acceder los que se formen en una Academia Militar. Y encima lo único que conseguirán es dar más opciones para que una vez formados y desarrollados tengan todavía más alternativas donde elegir para abandonar la nave…

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

4 respuestas a “Correspondencia Biunívoca”

  1. Vito, no quiero llevarte la contraria, pero a mí me parece que no es mezclar nada. La Universidad está adaptándose a los nuevos tiempos y cambiando su orientación hacia una formación aplicada que no sólo se encamina a la investigación. Por ello se establecen nuevas titulaciones y estudios, con planes como el de Bolonia cambiantes (otra cosa es que sean acertados).
    A nosotros lo que nos debería importar es que se incluya la carrera de piloto como una formación universitaria (universal) con sus exigencias y sus ventajas, también inconvenientes.
    Lo que hacen ahora con la carrera militar me parece sinceramente estupendo, un ejemplo a tomar por el COPAC, SEPLA, compañías aéreas y futuros pilotos en general. El resto es pura envidia. (psshhh y ya sabes que yo soy de siempre un civil y nada de nada de espíritu militar, el valor se presupone, etc..)

  2. Bajo mi punto de vista un militar es eso, un militar y dentro del ejército hay diferentes armas, entre ellas tanques, los barcos y los aviones. Un universitario es otra cosa y la elección es personal. El mezclar todo con todo es lo que induce a la confusión y a los desagravios.

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