El calentón político

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Ayer hubo de todo en la «nominación» de Pizarro como candidato electoral por Madrid. Alegría para unos, involución para otros, anticatalanismo, etc. La verdad es que no sé qué gafas ponerme para ver las cosas con los mismos cristales con los que miran los políticos. A mí personalmente Pizarro, como buen aragonés, me ha demostrado que tiene «agallas» para enfrentarse a todo un gobierno con tal de «defender» los intereses generales de quienes representaba como presidente de Endesa. Su gestión hizo que la OPA en cuestión se saldara favorablemente a sus accionistas. ¿Qué más se le puede pedir?.

Ahora se le acusa de haberse marchado de la compañía con unos suculentos millones de euros que le permiten mirar al futuro sin dificultades económicas personales. Lo que para algunos sería algo «anormal», es una práctica totalmente legal y habitual en los grandes ejecutivos de cualquier empresa. Sus contratos «blindados» les garantizan unas cuantiosas indemnizaciones a la hora de cesar en sus cargos, por lo que, aparte de su sueldo nominal, la participación en la empresa con acciones en propiedad, participación en beneficios y otras «bagatelas» ingresan unas cantidades de dinero inmensas. A mí me parece bien que sea así. Al final lo que importa es que su gestión redunde en beneficio de la empresa, los empleados y, en determinados casos, de toda la sociedad al gestionar recursos considerados como de interés social.

Se le acusa de haber actuado políticamente siendo tan solo un gestor privado. Ya se han olvidado de que las grandes empresas españolas eran de caracter estatal y fueron privatizandose poco a poco, sin excepción, para hacerlas más rentables. Iberia, Campsa, la propia Endesa, etc., etc. Ahora resulta que se dan cuenta de que, aun privatizadas, siguen teniendo un caracter marcadamente político, ya que son necesarias para todo el entramado económico-político en el que se mueven.

No creo que el PP llegue a ganar las próximas elecciones, y aunque así fuese todavía no se sabe el puesto que ocuparía, tal vez vicepresidente económico. Pero de cualquier manera imagino que seguirá siendo tan buen gestor de recursos «ajenos» como ha demostrado ser durante su ejercicio profesional.

El primer «efecto colateral» ha sido el mismísimo Gallardón, el eterno segundón, siempre postulado como digno sucesor y siempre relegado a puestos menores (para sí mismo, ya que la alcaldía de Madrid sería un más que notable triunfo para cualquiera). El nombramiento de Pizarro se le ha atragantado al pobre de Alberto, tanto es así que ya ha manifestado su intención de abandonar la política tras las elecciones de Marzo. ¡Qué pena!. Lo digo de verdad. Me da pena que una persona de su capacidad intelectual y política sea tan ambiciosa como para no poder digerir una situación de este tipo. Pero él sabrá por qué lo han dejado de lado. Tal vez su extrema ambición o sus «devaneos» contra la presidenta de la comunidad de Madrid, o simplemente su aspecto de «niño repelente» le hayan impedido ocupar el puesto que cree merecer. Y probablemente lo merecería, pero…

Ahora se marchará de la política, como los toreros, con división de opiniones. Para unos será una pérdida irreparable, o un fracaso del PP por no saber utilizar a un miembro tan «valioso», o una demostración de fuerza por parte de Rajoy. Imagino que, como Gallardón es un animal político hasta la médula, tras un período de reflexión no muy largo, regresará triunfal al escenario de la política activa. Incluso me atrevería a decir que puede regresar como cabeza de lista de otro partido político que le pusiera las cosas más fáciles para llegar a su cima, o sea como miembro del PSOE. Ojalá que no desaparezca definitivamente de la gestión pública. Aun con sus «defectillos» puede resultar eficaz en cualquier partido. Las ideas políticas pueden adaptarse a la necesidad y hacer virtud de ella.

Yo ya he pensado su slogan electoral: » ¡Vota Gallardón, vota por el socialismo de derechas ! «.

No todo es blanco o negro en política, yo mismo me definiría como: «un socialista del centro derecha con ramalazos de ultra conservador y radical liberal amén de nacionalista moderado independiente y simpatizante de la idea verde con conexiones de extrema izquierda en armonía con el regionalismo autonómico o antisistema y monárquico-ácrata-republicano».

Como veis tengo las ideas muy claras y encajaría en cualquier formación política o en ninguna. ¿Las tienen también los políticos?.

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

4 respuestas a “El calentón político”

  1. Lamia: Aunque parezca mentira… yo lo tengo clarísimo. No tengo ningún lío porque siempre he considerado solamente lo bueno que cada partido intenta vender. Por eso he intentado cubrir todo el espectro ideológico en una sola voluntad.
    Carlos:Sobre que gane el PP: una cosa son los deseos de unos y otros y otra muy distinta el resultado de las elecciones. La gente suele votar de manera «genética», desde que nace suele tener «asignado» su voto a un determinado partido. No importa lo que el gobierno de turno haga bien o mal, ni las corrupciones, escándalos o trenes a punto de descarrilar, porque la mayoría vota en «conciencia». A los que analizamos las cosas en función de otras consideraciones más o menos profundas, también nos influye el «sentimiento» visceral que llevamos aparejado. Por ello pienso que probablemente no sea aún el momento en que cambie la tendencia de la mayoría de votos.

  2. Suscribo casi todo lo que dices, tocayo.
    Creo que la decisión de Rajoy de incluir a Pizarro en sus listas es un gran acierto. Ha demostrado con creces ser un muy buen gestor. Y no hay que olvidar que un Ministro de economía no es más que eso, un gestor al servicio de la sociedad.
    Y que el Sr. Pizarro renuncie a continuar su actividad profesional (con las recompensas y retribuciones que de ello se derivarían) por gestionar los recursos generales en bien de la sociedad dice mucho de positivo en su nombre.
    Respecto a Gallardón… A mi la verdad es que, aunque es muy criticado incluso en el seno de su propio partido, siempre me ha gustado. De nuevo, un magnífico gestor, demostrado en sus 8 años en la Comunidad de Madrid y otros tantos en la Alcaldía.
    Su «pecado»: decir en voz alta lo que tantísimos otros piensan en silencio y a escondidas: que quiero responsabilidades mayores, que aspiro a más.
    ¿Y? ¿O es que tener aspiraciones es inmoral?
    ¡Cuántos habrá en su partido con sus mismas aspiraciones que seguirán siempre de segundones sin atreverse a decir lo que piensan!
    Francamente, una pena si Gallardón deja la política.
    Por último: ¿estás seguro de que el PP no ganará las elecciones? No sé, no sé.
    Un saludo.

  3. Pingback: Calentamiento político | Zaragózame!

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