I + D + I (en el turismo)

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(autor)

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo tras escuchar las canciones anteriores?.

Antes de seguir adelante os recomiendo echar un vistazo al Plan Nacional de I+D+I.

Pues vamos al lío en el que me he metido por el comentario de Sucotronic:

«El turismo ha sido históricamente una fuente de ingresos bastante importante desde mediados de la década pasada. El problema es que nos hemos quedado ahí, y nadie se ha preocupado de invertir/crear nuevas oportunidades de negocio en otros sectores. Es por esto que, cuando la economía no está muy boyante para hacer excursiones, la gente se echa las manos a la cabeza sin que tengan alternativa alguna.»

Evidentemente no le falta razón, salvo en las fechas.El boom turístico en España nació, más o menos, a principio de los años sesenta, recién nacido quien os escribe.

Después de una reconstrucción del país, con más hambre atrasada que el perro del afilador, se encontró una vía de desarrollo que llevaría a obtener ingresos «atípicos» y, lo que era más importante, en divisas. El país estaba sometido a un «bloqueo» internacional ya que, por razones evidentes, nadie quería contribuir al mantenimiento de una dictadura que todavía duraría unos cuantos años más. Fué también la época del «Plan Marshall» y en las escuelas nos daban leche en polvo para ayudar a la nutrición infantil…

Fué la época «dorada» de la inversión especulativa por excelencia de nuestra reciente historia. Nada comparable al actual «pelotazo» instituído como forma de «progreso» social (más bien personal).

Aquello parecía que iba a ser la solución a todos nuestros problemas financieros nacionales. Y efectivamente aquéllo ayudó no poco a que España resurgiera de la devastación de una guerra.

Fué el medio por el que se afrontó la renovación del conjunto del Estado Español a base de acoger cada vez un número mayor de turistas que acudían al reclamo del slogan: «¡SPAIN IS DIFFERENT!. Las suecas fueron sin duda alguna las «vedettes» de una transición económica y social, cuyo resultado es más de un morenito de tez broncínea que tiene apellido sueco (de la madre soltera) producto de unas vacaciones disfrutadas a tope, donde los «picadores» eran algo más que unos señores a caballo, en una plaza de toros y con una gran vara agarrada de la mano. Los picadores de playa la única vara que llevaban era la que ocultaba el bañador que se conoció como : «fardahuevos» o «marca-paquete».

Aunque ahora parezca mentira, España volvió a la vida gracias al turismo. A partir de ahí creció la construcción, se desarrolló plenamente la fábrica SEAT con el 600 como vehículo de consumo masivo y al que los trabajadores pudieron acceder mirando siempre los «haigas» de los ricachones. Los pisitos económicos, con baños alicatados hasta media altura, las vacaciones en el seiscientos, los apartamentos de playa en Salou son producto de aquella «apertura» al exterior. Había que construir muchos hoteles para que siguiera entrando dinerito fresco. Chiringuitos de playa, tiendas de colchonetas y palitas de plástico, la sombrilla con la cesta de mimbre, mi abuelo desenroscándose la faja en mitad de la Concha de San Sebastián, mientras mi madre preparaba bocadillos de mortadela. ¡Un lujo!.

Los currantes tenían donde elegir un trabajo, eso sí «a destajo», pero era mejor eso que la emigración forzada de la que vanían muchos compatriotas, entre los que se contaban mi propio padre y varios tíos… Nos hicimos casi ricos de repente. Y ahora nos hemos dado cuenta de que el planteamiento que sirvió hace cincuenta años está totalmente obsoleto y sometido a los vaivenes económicos propios de una crisis económica para la que no nos habíamos preparado.

Cuando hay que apretarse el cinturón, lo primero que se elimina es parte del gasto en vacaciones. Así que lo que depare este verano va a ser fundamental para el desarrollo o el crack que casi se puede dar por seguro.

Ahora hay que INNOVAR. La competencia turística con los países mediterráneos no puede ni debe ser, a mi modo de ver las cosas, el punto en el que más esfuerzo dedicar. Debe ser en la diferenciación, volver a lo que realmente España siempre fué: DIFFERENT. Hemos de ser distintos a los demás, diferentes y de mayor calidad. No se trata de alfombrar España de campos de Golf donde recibir a cuatro aficionados al deporte al que dió gloria nuestro SEVERIANO BALLESTEROS, ni de hacer hoteles exclusivos para Jeques en Marbella. Se trata de complementar nuestra gran oferta cultural, recursos naturales destrozados en parte por nuestra avaricia, inventar nuevas formas de atractivo y llevarlas a la práctica, incluso derribando los mamotretos que sirvieron de colmenas donde almacenar millones de turistas.

Ahora nos toca echarle imaginación al asunto, hemos de aportar ideas, invertir en diferenciación, recuperar la esencia de lo que fuimos y venderlo con sabiduría. No digo que sea fácil, ni mucho menos. Pero lo que si que puedo afirmar… y afirmo, es que nuestros hosteleros hicieron una labor social enorme, que luego crearon nuevos paraísos en otras tierras más rentables, también; se fueron a Cuba, a la República Dominicana, A Mexico, a Argentina y a cualquier parte donde pudieran seguir obteniendo mayores beneficios a sus inversiones.

Pero,¿ ahora qué?. ¿Dejamos que nos invada la melancolía y la añoranza de los «viejos tiempos» o nos ponemos a trabajar en nuevos modos de explotación?. ¿Seguimos cantando el puente o componemos una nueva canción?.

Yo me apunto a la innovación en el turismo, cualquier tiempo pasado sólo fué … otro tiempo y otras circunstancias. Ahora es el momento de renovarse o morir.

¡Siento el rollo que os he metido!, de verdad. Pero espero que haya merecido la pena.

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

6 respuestas a “I + D + I (en el turismo)”

  1. Acabo de descubrir tu blog por casualidad y he de decirte que estoy completamente de acuerdo contigo.
    El turismo ha sido «la gallina de los huevos de oro» para muchos pero la gallinita ya quiere jubilarse, todo el mundo lo sabe y nadie le busca relevo…

    España sigue teniendo un gran potencial turístico pero hay que cambiar el modelo, apostar no por la calidad, por la excelencia, del producto y de los RRHH, verdadero factor diferencial, pero pera eso hace falta invertir y en este sector en lo único que se h invertido es en ladrillos… Ojala que esto cambie.

    Enhorabuena por el blog!

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