Más puntos de vista sobre la Expo

(autor foto)

Ya sabeis de mi afán de dar cabida a todas las opiniones, a todas las argumentaciones a favor o en contra de cualquier artículo y tema. Hoy considero que un comentario merece ser por sí mismo todo un artículo y que sigamos reflexionando más sobre la Expo, hoy que se abre al público en apenas una hora. Ayer fué la inauguración oficial, hoy la apertura al público y creo que nunca está de más saber lo que piensan otros.

Al final cada uno se forja su propia opinión en base a datos, sentimientos y filias o fobias personales. Lo que sigue es todo un manifiesto de oposición a la Expo firmado por diferentes asociaciones y colectivos. Merece la pena reflexionar sobre lo que dicen y darles las gracias por haberlo hecho llegar a este blog cuyo autor si que esta a favor de la Expo, pero que entiende y comparte algunas de las dudas que se plantean en dicho comunicado. Gracias por aportar vuestra opinión.

  1. colectivos de Zaragoza Dijo:
    Puesto que que no ha sido posible alcanzar un acuerdo consensuado sobre un
    manifiesto común en la Asamblea Expo No de Zaragoza, convocante de la
    jornada de acción global del sábado 14 de junio, los colectivos abajo
    firmantes, participantes en dicha Asamblea, os ofrecemos el manifiesto que
    sigue y os llamamos a participar activamente en todas las protestas
    previstas.

    Puedes dirigir tu apoyo a:
    zaragoza@ecologistasenaccion.org

    ¿Por qué decimos NO a la Expo?

    La Expo 2008 de Zaragoza ha traído consigo la “Gran Transformación” de
    nuestra ciudad. Esto es lo que nos dice la propaganda oficial. Y sin duda,
    Zaragoza se está transformando, pero… ¿en qué?

    Las operaciones urbanísticas asociadas a los macroeventos (Expo, Fórum,
    Copa América, Olimpiadas…) no son un efecto secundario sino su principal
    razón de ser. A nadie se le escapa que, para hacer las exposiciones y
    charlas previstas, hubiera bastado con la Feria de Muestras, la Multiusos
    y algún otro espacio más. Pero ese no era el objetivo, claro.

    Los tres meses que nos esperan de fuegos artificiales son la excusa, pero
    también una pieza fundamental, para convertir nuestra ciudad en una
    empresa dinámica y competitiva – una marca – que compita con otras
    ciudades por turismo e inversiones. Para ello, Zaragoza, tiene que quedar
    “bonita”, “limpia” y, sobre todo, generar “un ambiente propicio para los
    negocios”.

    El macroevento es una pieza fundamental para crear la ciudad-marca, la
    ciudad-competitiva, la ciudad-empresa, porque acelera la transformación
    urbana, pero sobre todo porque genera el consenso de los agentes
    económicos y sociales, y el entusiasmo ciudadano alrededor de un objetivo
    común: La Expo, que pronto se equipara con la propia ciudad. Así se va
    generando un “patriotismo de ciudad” donde no hay intereses encontrados,
    donde lo que es bueno para la ciudad es bueno para sus ciudadanos, donde
    no hay apenas debate, donde no hay fisuras acerca del modelo de
    desarrollo.

    Y para triunfar, el tema elegido es muy importante. Sin duda una Expo
    sobre maquinaria agrícola no hubiese despertado el mismo fervor social.
    Siempre se eligen temas como la paz, el deporte, la cultura… Aquí se
    eligió “agua y desarrollo sostenible”, con lo que, además, se ganaba el
    apoyo de parte del tejido social que podría haber sido crítico con todo lo
    que se venía encima. El problema es que lo que es bueno para atraer al
    turismo y a la inversión, lo que es bueno para “la ciudad”, casi nunca lo
    es para la gente que vivimos en ella.

    La Expo nos deja una ciudad hipotecada por años, si no décadas, en una
    locura de derroche (papeleras, bancos y fuentes exclusivos a 1.873 euros
    la unidad, fachadas y edificios que se tiran al día siguiente del
    cierre…) y de desfases presupuestarios consecuencia de las prisas. El
    suculento negocio para los mismos pocos de siempre a costa de las arcas
    públicas (de Zaragoza o de Madrid) ya está hecho. Al resto nos quedarán
    unos servicios sociales camino de la precarización y la privatización,
    unos mínimos presupuestos para cultura…

    La Expo nos deja un río herido a su paso por Zaragoza, con un canal cavado
    en su seno para meter barcos grandes para turistas. Un azud. Unas riberas,
    por fin arregladas, tras la tala de centenares de árboles porque
    ralentizaban el ritmo de las obras. Más de una decena de denuncias por
    parte de organizaciones ambientalistas que han recibido el silencio por
    respuesta.

    La Expo nos deja un meandro de huerta periurbana convertido en un centro
    de ocio privado (campo de golf, canal de aguas bravas, apartahotel..) y en
    un parque empresarial a unos precios de risa.

    La Expo nos deja una ciudad con la calle prohibida para su disfrute y para
    la protesta. Cientos de nuevos policías de diferentes cuerpos, que han
    venido para quedarse, se encargarán de los que nos quejemos, pero también
    de los pobres y no tan pobres que quieran dormir en los parques, de los
    que coman o beban fuera de un negocio, de los que jueguen…

    La Expo nos deja una ciudad inabarcable, con nuevos barrios como Arcosur
    que contaban con gran oposición política y social, hasta que por arte de
    la magia de la permuta de terrenos de Ranillas, una parte de esa oposición
    desapareció. Nuevos barrios con miles de viviendas nuevas mientras más de
    50,000 viviendas siguen vacías en el centro consolidado de la ciudad.
    Nuevos barrios en medio de una nada que habrá que urbanizar y dotar de
    servicios mientras los barrios antiguos necesitan esos recursos para
    mantenerse. Nuevos barrios que necesitarán el coche para moverse.

    Pero sobre todo, la Expo nos deja en el camino de un modelo de desarrollo
    devorador de recursos naturales y de personas, con esa lógica política que
    prima el beneficio privado por encima del bien social necesaria para
    “poner la ciudad en el mapa” y traer inversiones y turistas. Donde la
    ciudadanía no somos más que mendigantes de trabajo, consumidoras/es y
    público dispuesto para el aplauso. Y todo ello con la hipocresía de la
    etiqueta verde como generador de legitimidad.

    Por todo esto hacemos un llamamiento, no sólo a no colaborar con la Expo,
    si no a luchar contra este macroevento y lo que representa, en la forma
    que cada cual encuentre más oportuna; a resistirse contra este modelo de
    desarrollo; a rebelarse contra la ciudad-empresa; a romper consensos
    legitimadores; a crear resistencias.

    La información que te falta en:
    http://www.expo-no.es

    Firman: Colectivo de Objeción y Antimilitarismo-Alternativa
    Antimilitarista MOC (Zaragoza), Ecologistas en Acción (Zaragoza),
    Asociación El Cantero de Torrero (Zaragoza), Espazio Alternatibo
    (Zaragoza), CGT Aragón y La Rioja, …

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

3 respuestas a “Más puntos de vista sobre la Expo”

  1. Estuve en Julio en cuatro ocasiones, una amiga de Sevilla y yo.Solo puedo hablar maravillas no había colas para entrar y en cuanto los pabellones, solo no fué posible ver el de España y Alemania, eran colas de una hora y y preferimos ver los que no había que esperar. El voluntariado que nos atendió formidable. Los edificios y puentes dignos de ver, las riveras maravillosas. En fin siento que acabe y no pueda seguir gozando de la maravilla que hemos tenido este verano.
    La primera quincena de Julio disfruté de unas vacaciones que no olvidaré

  2. Joseba, no sabes cómo siento que no pudieseis disfrutar de la Expo en toda su magnitud. Coincido contigo en que los voluntarios están más uniformados que informados. Sé que lo hacen con todo su cariño y sobre todo por «amor al arte», aunque a veces la imagen que transmiten no es la propia de quienes deberían ayudar a los visitantes en cualquier situación o duda. Hay gente de todas las edades y condiciones, mejor o peor preparados académicamente, hablando alguna lengua «bárbara» o justo en español con «acentico». Pero lo que les sobra es voluntad. Si ves el artículo que he titulado Toldamen te harás una idea de que están intentando solucionar lo de las sombras. Pero…

  3. Teníamos pase de 3 días: dos adultos y niña de 3 años.
    Viernes 27: bastante bien. Muchos voluntarios voluntaristas pero sin demasiada información y en ocasiones contradictorias. Llegamos en telecabina. Nada mas bajarnos,(suponíamos que estábamos ya dentro) preguntamos en la parada del trencito verde sobre el trayecto que realizaba. No hubo una respuesta clara y nos montamos para entretener a nuestra niña de 3 años; nos dejó fuera del recinto, nos hizo bajarnos y subirnos otra vez en el mismo trencito tras caminar un rato hasta el otro extremo de la estación Delicias. Vuelta a entrar.
    En todo el día, no vimos ningún espectáculo que animara las calles.

    Sábado: 9,30 colas multitudinarias para acceder al recinto. Imposible acceder a la telecabina. Entramos tras una hora de cola. Los que no tenían entrada anticipada, entraban antes.
    Colas para acceder al fast-pas. Tras otra hora de cola, se agotan las entradas para el P.España y el acuario. Solo pudimos acceder a un espectáculo acuático para las 5 de la tarde.
    Cominos a las 12,30 en previsión del caos que se avecinaba, en la zona de las C.Autónomas. En el de Extremadura uno cortaba jamón jus-in-time, aunque era previsible que llegaran cientos de visitantes. Las migas se terminaron en media hora.
    A las 13,30 el caos era total abajo y arriba las colas al sol crecían.
    Tampoco ese día vi ningún espectáculo callejero.
    A las 4,30 empiezan a formarse las colas para el asunto acuático de las 5. Colas al sol. Solicitamos a las encargadas (2 niñas poco inteligentes de 18 años) que desplazaran la cola hacia la fachada del edificio que producía una zona de sombra; NO.
    Las abuelas con sus pequeños nietos comenzaron a saltarse la cola y arrimarse a la sombra: REPRIMENDA.
    Decían las encargadas que no teníamos que haber venido tan pronto, que la culpa de estar a la cola al tórrido sol de Zaragoza a las 4,30 era nuestra. Como si pudiéramos cobijarnos en un bosque cercano bajo los árboles. PITADA GENERAL.
    Ese día no vimos nada mas. Colas, colas y colas y un achicharre tremendo.

    El domingo, ni se nos ocurrió entrar. Vimos las regatas y para casa
    Ni se os ocurra ir en fin de semana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.