Segunda vivienda

burbuja inmobiliaria

 

Conforme el verano se escapa y el día se acorta, pasear por los lugares de veraneo produce una opresiva sensación de vacío y las persianas bajas de miles de apartamentos parecen ser el cartel de «cerrado por trabajo». Poco a poco el bullicio veraniego retorna a las calles de siempre, y las segundas viviendas quedan aletargadas, inertes, dejando en suspenso la vida y llenando de fantasmas las urbanizaciones desiertas, y los bloques adormilados.

Fuimos abducidos por la «propaganda» institucional, por los créditos fáciles, por la desgravación transitoria, y nos metimos a «especular» en activos inmobiliarios. ¡Y tanto que inmobiliarios!, más aún «INMOVILES». Afortunadamente nunca tuve el atrevimiento de dejarme llevar por ese espejismo ¿inversor?.

Cuando veo los miles de apartamentos vacíos, tanto en la playa como en el monte, me queda siempre la duda de si a los propietarios les mereció la pena hacer ese «negocio» que les ha atrapado un dinero que en muchos casos ni tendrían. Imagino que muchos de ellos desearían deshacerse de unos gastos fijos más o menos importantes, pero inexcusables. Desde la hipoteca a la comunidad, agua, electricidad, y derramas… o una tormenta que arrasa con lo que pilla.

Hemos vivido mucho tiempo deslumbrados por una burbuja muy brillante, que estalló como una gigantesca pompa de jabón, sin dejar más que hormigón y ladrillos amontonados en cualquier rincón de nuestro territorio. Nosotros, de manera cómplice, quisimos también enriquecernos y contribuimos a que ese disparate se fuera haciendo más y más grande, compro y vendo y en el trajín gano una pasta…

En fin, ahora es otra historia, y ahí está el dinero, QUIETO, atrapado e inmóvil, y lo que es peor, sin dejar que fluya para generar empleo y actividad productiva. Estos son los datos que publicaba The Guardian: «España es el país con mayor número de viviendas vacías de toda la Unión Europea. Como informa Idealista, el portal inmobiliario líder en nuestro país, más de 3,4 millones de inmuebles vacíos, un 14% del total de viviendas -25,2 millones-. «.

Y mientras tanto esto sucedía, los bancos iban haciendo caja para al final recibir un «porrón de pasta» para su rescate…

Al final tenía razón Rockefeller: «Cuando mi limpiabotas invierte en bolsa, yo lo vendo todo». 

 

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

2 respuestas a “Segunda vivienda”

  1. Bueno, Carlos: En realidad no se trataba de viviendas de vender sino de viviendas de financiar. Así, los promotores de suelo y de edificios podían hacer su negocio y políticos y asesores generar dinerito y llevárselo a Suiza (por ejemplo). Y se cerró el ciclo cuando al ser un problema tenerlo alli pues por prevención del blanqueo no podían traérselo, se ha sacado una norma por la que pagando el 10% de esa cantidad, lo han podido «repatriar».

    El pobre hombre (la persona) que compró, … que la disfrute. Que dentro de 20 o 30 años valdrá lo que el habrá pagado por ella.

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