Un jilguero en Valencia

Cuando recuerdo mis primeros pasos por Valencia, buscando una calle céntrica, Jorge Juan, en la que estaba la sede de una compañía incipiente, viene a mi mente un mundo de sensaciones encontradas. La búsqueda de un nuevo aire en el que desplegar mis alas, un cambio de rumbo drástico en mi evolución profesional y sobre todo la esperanza de construir un nuevo nido donde alimentar a mis polluelos apenas recién salidos del cascarón.

Nunca llegó a verse hecho realidad el sueño de una estabilidad familiar que ansiaba más que nada. No cambié de compañía por otra cosa que no fuera hacer compatible mi profesión con mi familia, con una vida sencilla en la que poder dedicar el mayor tiempo posible a una mujer y unos hijos de los que me iba perdiendo día a día lo más maravilloso que pueden contemplar los ojos de un padre, una sonrisa y un beso de buenas noches no es mucho pedir, salvo para un piloto de lineas aéreas digamos que «normal».

Marché de Guatemala a GuatePeor, y me ví más solo aún que nunca, y soñando cada día con aquello que estaba buscando desde tanto tiempo atrás. ¡Nunca sucedió!, nunca me lo permitieron mejor dicho. Los miserables, a parte de una maravillosa novela de Víctor Hugo, son esa cantidad de seres anónimos que medran a costa de los demás, que no reparan en otra cosa que en su beneficio propio, y que arrasan con todos quienes se interponen -sin querer- en su camino.

Alasdeplomo surgió cuando el jilguero se vió libre de su jaula y comenzó a volar a ras de tierra. Ya reconocí en la bienvenida que era una «revancha» absurda y más dañina para mí mismo que para aquellos que estuvieron y permanecen ahí. Sin embargo ahora, al cabo de mucho tiempo, estoy ya seguro de que no me mueve ese rencor inicial, de que puedo ser bastante objetivo en los hechos, y de que no quiero hacer daño a nadie con mis recuerdos. Simplemente son recuerdos, memorias y algunos sucesos concretos que tuve que vivir (sufrir)  en primerísima persona.

Ha llegado el momento de ir redactando aquello que me venga a la memoria de una manera natural, sin más,… ni menos. Es tiempo de hablar de lo que es una línea aérea desde el fondo del cubo de la basura. Y al que le parezca raro que esto haya podido suceder decirle que todo lo que salga de aquí es verdad, no daré nombres de sus protagonistas, ellos saben perfectamente quienes son, pero por sus hechos los conocereis. Así pues pasen y vean, comienza el «repaso» a la Historia de Air Nostrum…

Aunque Caco Senante lo convierte en salsa, la letra de su canción es un resumen de las dudas que surgen a cualquiera que se siente desplazado de su sitio, de su lugar, y quiere volver a respirar el aire puro que te proporciona tu libertad.

Se te adivina al caminar con ademanes de cansado.
Cansado de no ver el mar, de respirar aire viciado.
Parece que la gran ciudad te está intentando destruir
y te amenaza en cada esquina.
Y que ese mundo de hormigón, de ruido, asfalto y polución,
de golpe, se te viene encima.

Al contemplarte, creo ver, ave de mar en tierra adentro,
que quiere a la costa volver y anda buscando su momento.

Qué es lo que haces tú aquí,
una gaviota en Madrid.

No te consigues habituar a esta manera de vivir
y ya te invade la añoranza.
Y estás pensando en regresar para la tierra, a trabajar,
y eso mantiene tu esperanza,………te digo

Qué es lo que haces tú aquí,
una gaviota en Madrid.

Añoras poder ver salir el sol desde La Marquesina.
O tus tertulias y cafés, del Parque Santa Catalina.
O ir a la playa a comprar lo que se acaba de pescar,
de madrugada en Lanzarote.
Recuerdas tus noches palmeras, mezclando amor con habaneras,
con vino y con “marquesotes”……….te digo

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

4 respuestas a “Un jilguero en Valencia”

  1. Vito, el pasado es sólo un recuerdo. El presente es siempre irreal y hasta lo que refleja el espejo cuando lo vemos ya no existe. El futuro es siempre esa meta a la que nunca llegaremos como pensábamos. Pero la vida de cada uno es un estado continuo de búsqueda, un viaje con fecha de caducidad, y cada etapa concluída es a la vez parte de nuestro pasado-presente y futuro, sin cortes en la cadena.
    Sólo nos impiden volar los miserables del pasado, porque no hay fantasmas, sino seres ruines que se empeñan en «aventar» las cenizas de un ave fénix. El jilguero será de nuevo jilguero, aunque a veces se ponga pico de halcón. 😉

  2. Roberto, no es intromisión sino una inmejorable muestra de cariño. ¿Cuánto camino anduvimos juntos hasta llegar ahí?… como dijo Groucho, hasta las cotas más altas de la miseria…
    Cada uno enfocamos la vida como creemos que deseamos. ¡Vano intento!. Me costó casi 50 años liberarme de la tiranía de una gran pasión, de un esfuerzo diario por mejorar en un trabajo ingrato del que no obtenía ya ninguna recompensa mínima, ni siquiera con una mediocre nómina con relación a otros miserables, y con el marchamo de irreductible (pero sin poción mágica como Asterix).
    Espero que mis recuerdos, que son parte de los tuyos, sirvan para dejar con el que asome el plumero de estos despojos humanos que son los que dan espíritu a una empresa. La que fué nuestra y -afortunadamente ahora- exclusivamente de ellos.
    Volverán las oscuras golondrinas… con el buen tiempo. 😉

  3. Si permites la intromisión …. Solo para darte la razón una vez mas y testificar que siempre te movió esa razón familiar. Yo te vi sufrir mas de una vez, amigo mío. Hasta el punto de verme en un espejo donde no me quería mirar. Yo busque el refugio en otros colores pero los mismos cielos . Mantenerme al abrigo del tsunami ha representado 14 anos de castración profesional… Y veremos como acaba esto. Familiarmente. . Ya sabes. No se que fue antes si el miedo a tenerla o a perderla por las razones que sin duda tu has desgranado o desgranaras aquí.
    Un fuerte y cariñoso abrazo, amigo.

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