¡Demasiados aeropuertos!

(foto de alasdeplomo)

Al menos eso aseguran en un sesudo estudio económico elaborado por un grupo de economistas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. (Ver artículo de A.Digital).

Pero lo malo ya no es que haya muchos, sino que además están mal rentabilizados. Según el estudio el que más ineficiente de todos es Córdoba seguido de Murcia y Vitoria…

Bueno, no voy a discutirles a estos señores la razón, puesto que desde el punto de vista financiero seguro que es absolutamente como ellos cuentan. Un pero: lógico que los operadores se tengan que basar en criterios de seguridad y no de eficiencia económica. Apañado iba él mismo si para desplazarse de Gran Canaria lo hiciese: en un aeropuerto, con un transportista y unos pilotos preocupados exclusivamente por la eficiencia económica de sus respectivas parcelas. Este catedrático seguro que llevaría mucho tiempo criando corales… en el Atlántico.

Siendo cierto lo que dice, que yo comparto plenamente, hay que preguntarse el origen de esta sobreoferta de aeropuertos en un país relativamente pequeño y muchos de ellos separados menos de un centenar de kilómetros.

En general se vende que un aeropuerto es un medio para generar riqueza, que abre nuevas posibilidades de negocio, que acerca a las personas a sus clientes, etc. y por ello todo el mundo quiere un aeropuerto en su ciudad. También que es más cómodo salir desde tu casa que iniciar el viaje habiendo recorrido antes una distancia mediante otro medio de transporte hasta el aeropuerto grande.

Hay una cosa, que se llama psicología, que explica el sentimiento de orgullo o la envidia que todos sentimos cuando comparamos lo que los demás tienen y nosotros NO. El aeropuerto de Vitoria, por poner un ejemplo, se concibió para ser el aeropuerto de referencia de todas las provincias vascongadas. Se le dotó de los mejores medios técnicos de la época, se le dieron facilidades para que además contara con más volumen de carga, etc. Pero… los industriales, los financieros, los comerciantes vascos, ¡estaban en Bilbao!. Aunque la sede del Gobierno Vasco esté en Vitoria, ellos no iban a moverse de casa para coger un avión. Así que no tardó mucho tiempo en ser un aeropuerto casi fantasma, al que ibamos los chicos de la ENA a hacer practicas de aproximaciones instrumentales. Nunca tenían tráfico…

Otro ejemplo, Zaragoza, a la par que aumentaba la carga en Vitoria esa carga iba desapareciendo de Zaragoza. Y como además la base Aérea de Zaragoza sigue siendo base OTAN, el tráfico civil siempre está supeditado a un espacio aéreo que en caso de conflicto es prioritario. Ahora llevan un tiempo recuperando carga y restándola de Vitoria. Pero nunca se llega a derivar el grueso de la carga desde aeropuertos más saturados como Barajas o El Prat; así que no hablemos del pasaje.

Ciertamente los aeropuertos estratégicos son un gran negocio en sí mismos, por ello cada autonomía pretende su gestión para sí. Pero el resto son meros trozos de asfalto que no aportan nada a la ciudad donde se ubican.

Hablaría del Aeropuerto de Huesca, del nuevo de Teruel en Caudé, pero me tacharían de antiaragonesista. Pero hay muchos otros ejemplos de aeropuertos «fantasma» que acabarán abandonados en cuanto nos demos cuenta de lo absurdo que resulta mantenerlos abiertos. Como no quiero que fuera de Aragón me tachen de independentista, no hago crítica de ninguno. Aunque en este artículo lo dicen en forma positiva, como perspectivas de ampliación de negocio y hacen referencia a Zaragoza.

Me voy a limitar a daros un listado de los aeropuertos disponibles ahora y que cada cual haga su valoración de lo necesario que resulta alguno de ellos…(AENA los da todos)

Y si lo quereis ver en imagen aquí está la lista y el mapa…

A mí me sobran bastantes. Pero si de lo que se trata es de vender ilusiones, de generar gasto público para crear trabajo eventual, si hay que asfaltar algo más que no sea una carretera, poner lámparas en mitad de una explanada, o construir una torre de control para colocar a dos controladores más, entonces que construyan todos los aeropuertos que quieran. Yo propongo uno en mi barrio, mejor aún, que transformen la avenida principal en aeropuerto y en vez de ver pasar coches veríamos llegar el avión aunque fuera una vez al año. Eso sí nadie sin su aeropuerto en la puerta de casa…