¡No al tabaco!

(foto de Flickr en el día mundial sin tabaco)

Hoy es el día que «elegí» para dejar de fumar. No había ninguna razón especial para marcar esta fecha, pero un día u otro tenía que ser. Acabo de ponerme un parche de nicotina y deseo fervientemente conseguir dejar de fumar definitivamente.

Tengo un cúmulo de sensaciones extrañas: una especie de miedo al «vacío» que me deja el desprenderme de un «enganche» tan fuerte al tabaco; miedo también a engordar lo que he perdido al seguir una dieta tan rigurosa como estoy llevando; miedo a que me aumente la ansiedad a la que soy proclive; y sobre todo miedo a que el esfuerzo acabe siendo un intento más para acabar siendo algo inútil.

Pero además de los miedos también tengo un todavía moderado optimismo de conseguirlo. Primero porque hace unos seis años lo dejé «a la brava» y FUNCIONIO, hasta que mi propia «imbecilidad» me hizo considerar que tras seis meses de «abstinencia» era capaz de dominar al «monstruo». Empecé dando «caladitas» sueltas para pasar a fumarme un cigarrillo, de vez en cuando -sólo cuando me apetecía de verdad-, y en menos de dos semanas andaba pidiendo cigarrillos a gente desconocida, como un «mendigo». La vergüenza me hizo comprar tabaco para no hacer el ridículo de esta manera. En menos de diez días volvía a fumar tanto o más que antes de dejarlo.

Ahora HE DECIDIDO que no volveré a fumar NUNCA MAIS. Me deseo a mí mismo lograrlo y compartir con vosotros mi alegría de haberme librado de semejante lastre. Los beneficios son tanto para mí como para mis hijos y esposa, a los que les debo al menos el mayor esfuerzo posible por conseguirlo. A todos mis amigos médicos que llevan muchos años «recomendándome» que lo dejara. Y ahora a la confianza de la doctora Nerín, Jefa de Servicio de la Unidad de Tabaquismo de la Facultad de Medicina de Zaragoza, que ha creído firmemente en mi voluntad para hacerlo posible y me ha dado todo su apoyo y experiencia para ayudarme. No puedo ni debo fracasar. Por mí y por todos ellos hace cinco minutos que he fumado mi ULTIMO CIGARRILLO.

A vosotros os hago un ruego: Contadme vuestra experiencias quienes hayais conseguido abandonar el tabaco, dadme ánimos, hacedme sugerencias para no caer en el vicio y sobre todo recordadme lo beneficioso que me va a resultar verme libre de El. Muchas gracias por vuestras colaboraciones.