Aplausos por su «honradeZ» y por su «dimisión». ¡Todo un ejemplo a seguir!.
Resulta que porque no le había llegado una factura, que quería pagar, le acusan de beneficiarse del cargo. Siendo inocente de las imputaciones que se le hacían, ha decidido dimitir como Secretario General del Partido Socialista del País Valenciano. Y es tanta la gratitud que le demuestran sus «compañeros» de partido que habrá que sustituirle en el puesto por alguien de una calidad humana y política muy grande. Tal vez la actual Vicepresidenta del Gobierno, De la Vega.
Así pues, todos contentos. Un hombre honrado que se sacrifica en aras de su partido. Unas acusaciones falsas surgidas probablemente de algún desaprensivo envidioso dentro de su entorno político. Un partido firme en la lucha contra la corrupción. Y un sustituto/a que tendrá que depurar responsabilidades en el PSPV.
A veces me pregunto si mi «supuesta» honradez puede competir en méritos con estos auténticos «mártires» de la «Honestidad».