Después de un gran día de Fiesta imagino que alguno estará pasando un poquito de «síndrome de abstinencia». De cualquier modo siempre se ha sabido que el alcohol no conduce a nada, pero…
En fin que ayer hubo de todo, ofrenda, conciertos, animación callejera y gente; sobre todo muchísima gente. En Zaragoza una de las cosas que siempre llama la atención a los que nos visitan es la cantidad de gente que hay siempre en la calle. No importan ni el Cierzo, ni la lluvia o el frío, ni el calor. Haga el tiempo que haga todo el mundo vive «la calle». Así que si el tiempo es bueno y son las Fiestas, ¿dónde ibamos a estar? . Pues en la calle.
El ambiente durante todo el día fué excelente, difícil tomarse un vermú, no imposible, terrazas abarrotadas para hacer un descansito. Y la calle se convirtió en nuestra casa.
Hoy continua la fiesta con un acto maravilloso: «La Ofrenda de Frutos», digno de verse.
Pero hay todavía mucho de lo que disfrutar: programa_13.pdf