Ya estoy suelto, y ¡ ahora a comerme el mundo !. Eso es lo que piensas nada más aterrizar. Pero…
Ahora ya puedes «viajar» primero por Castilla, luego por España y al final por todo el mundo. Eso sí en «VISUAL». Ahora ya te empiezas a preocupar del tiempo. Si quieres disfrutar habrá que analizar muy bien las previsiones meteorológicas para poder salir a volar. Y en nuestro país te puedes encontrar de todo en un espacio que ahora te parece que se ha reducido.
Tu preparas tus rutas, las pintas sobre tus «cartas» (no de amor) , calculas tramos, altitudes, tiempos en ruta, combustible, referencias, etc. y cuando el tiempo lo permite te lanzas a recorrer la meseta. Maravilloso hasta que el pueblo que buscas parece que ahora es «un pueblo fantasma». ¿Dónde está?. ¿No he llegado o es que me lo he pasado?. ¿Eso de abajo es una línea de alta tensión o una vía de tren?. ¡Por qué no habrán puesto carteles indicadores aquí!. Voy a dar unas vueltas aquí mismo a ver si distingo un cruce de carreteras junto a un río (¿qué río? aquí no se ven más que acequias). Bueno que no cunda el pánico allí veo un pueblo grande me acercaré y creo que tiene que ser Peñaranda. Ya llego, ya llego, ves tiene un río, una carretera grande que va hacia el sur, la vía del tren, ¡está todo! así que ya he llegado a: ¡AVILA!. No pensaba venir hoy pero bueno al menos conozco la muralla. Así vas poco a poco conociendo mundo.
En este período no todo es viajar, también vas perfeccionando tu técnica de vuelo. ¡Qué gozada!. Lástima que a las tres de la tarde, con el estómago trabajando a tope, tengas que subirte a practicar. Hoy tocan maniobras de coordinación. Empezamos con aproximación a la pérdida, ojo no se te quede un pie metido porque puedes entrar en barrena, ¡madre mía que el avión se cae!, ahora vamos con el «OCHO PEREZOSO» sube-gira-pie-velocidad-alabeo-pica-corta-mete-empuja-tira… ¡qué follón! mi ocho se ha quedado en un SEIS. Yo creía que a estas alturas ya no me marearía pero me equivocaba…
No te preocupes, Carlitos, mañana te saldrá mejor. (Ojalá que llueva café en el campo, a ver si suspenden los vuelos). Vaya no me había dado cuenta de que es verano y se puede volar todos los días. Y encima con tanta turbulencia térmica pareces un cascarón en una tormenta. No te quejes que vas a ser piloto.
Hoy más coordinación, más ochos. ¡Haces la tabla del ocho cien veces!. ocho x ocho …sesenta y cuatro y ocho x diez … ¡ochenta!. Ahora si que casi me sale bien. Sigamos con la «CHANDEL» , unos virajitos a 60º (2 G), un poquito de vuelo lento. Unas tomas y despegues para acabar. Vamos bien, mañana empezaremos a practicar mirando también a los instrumentos. No mejor hacemos otro viaje visual.
En efecto hoy no estoy en Avila. Salimos de Salamanca hacia Valladolid . Esto está chupado, total es en línea recta, pero parece que allí hay niebla, ¿o es bruma?, bueno sigamos. Tendríamos que haber venido de noche porque con éste sol en la cara no veo nada. No sé, no sé pero ya deberíamos estar muy cerca, sigue mirando. Sí, sí está aquí debajo. ¡Casi nos pasamos!. Pero hemos llegado a la primera. Unos machotes.
Así de simple venciendo tus limitaciones y tu inexperiencia vas progresando poquito a poco. Te vas «adaptando» al medio y al «miedo», te pierdes y te encuentras, te enfrentas al vacío con una herramienta extraordinaria, y sobre todo te enfrentas a tus pasiones y a tus angustias, con humildad, comprendiendo lo poco que somos cuando nos sacan del territorio trillado de nuestra propia vida.
To be continued… (continuará…)
Mientras tanto podeis ver unos alumnos aventajados. A nosotro casi nos salía algo parecido, con la diferencia de que era ¡sin querer!
Recuerdo la anécdota que nos contó un compañero que empezó a utilizar el ala delta con motor en la mochila: no sé como se llama ese tipo de vuelo; y para lucirse volaba relativamente próximo a tierra alrededor de Huesca, cuando se quiso dar cuenta se estaba quedando sin combustible, asi que en la gasolinera que hay en la carretera de Huesca a Argüís tomó tierra y ya con el motor parado y señalando a la espalda le dijo al gasolinero que le llenara el depósito. La cara de asombro de este último sería para enmarcarla en un cuadro. Una vez lleno el depósito se puso a correr contra el viento y a seguir volando.
En las clases prácticas, me imagino que os enseñarían donde estaban las gasolineras, por siaca…