Me ha dado pena el pobre Vinokourov. Le estaba tomando simpatía por lo competitivo que se estaba mostrando, a pesar de no tener opciones ya para podio. Le había oido declarar que permanecía en la competición por «gratitud» hacia sus compañeros.
En fin una víctima más de los tiempos. ¡Sólo cuentan los resultados!. El debate es muy largo en cuanto al dopaje deportivo. Ha habido tantos casos que pienso que habría que cambiar casi todo, empezando por las percepciones de los «aficionados«. ¿Nos atraería del mismo modo una carrera con un grupo de gente agotada, sin fuerzas para dar batalla y pedaleando como un grupo de «cicloturistas»?. Cuando seamos capaces de responder afirmativamente, habrá empezado la «marcha-atrás» en el dopaje. Mientras tanto unos y otros continuaran intentando que «no les pillen» utilizando, eso sí, sustancias dopantes.
En todos los ámbitos de la vida moderna, en mayor o menor grado, está presente el «dopping». Muchos de nosotros tomamos algún que otro medicamento «prohibido» para el deporte: codeína, anticoagulantes, antidepresivos, ansiolíticos, etc. Pero no estamos intentando engañar a nadie aprovechando ciertos «efectos secundarios».
Pero además de estos productos hay muchísimas personas que directamente son adictas a los «estupefacientes». Lamentablemente hay cada día más en nuestro país.
Un pequeño ejemplo de lo que afirmo es la siguiente anécdota que nos ocurrió en un vuelo de Madrid a Valencia.
Algunos recordareis un «famoso» programa de un canal de la televisión valenciana: «TOMBOLA». Más o menos trataba de lo que suelen tratar los llamados programas de «Telebasura», famosetes, famosillos y miserias mil de cada uno de ellos, reales o inventadas. El elenco de ¿periodistas? que participaban en él era amplio y reunía a los más destacados «expertos» en estas materias. El show estaba montado más o menos como un circo romano, donde los periodistas hacían de leones y los «cristianos» eran sus invitados.
Imagino que grabar uno de aquellos «bodrios» genera mucha tensión y hay que estar muy preparado psicológicamente para afrontarlo con tranquilidad.
Durante el embarque en Madrid las azafatas habían reconocido a una de las periodistas habituales del programa. (Y eso que sin maquillar no se parecen demasiado a sí mismos).
Antes de entrar en pista se realiza la última comprobación de seguridad: cinturones, mesitas plegadas, carritos bloqueados, racks (alojamientos de equipajes) cerrados y , por supuesto, los «toilets» sin usuarios.
Ya en pista la jefa de cabina nos dijo que no podíamos despegar porque había alguien en el lavabo que no salía. Así que esperamos unos instantes hasta que nos confirmó que ya estaba sentada y atada la señora en cuestión.
En cuanto quitamos el aviso de cinturones la azafata vino, como es su obligación a ver si necesitábamos algo y podían comenzar con el servicio. En ese momento nos informó de que la señora que había estado «ocupando» el toilet era la periodista, la cual había salido balbuceando alguna excusa para tener que acudir al báter urgentemente.
Por supuesto que le había «recriminado» amablemente por su comportamiento, aunque entonces no sabía el porqué de tanta urgencia.
Sin embargo lo descubrió en el momento que procedió a revisar finalmente el toilet.
Allí encontró una tarjeta de crédito a nombre de la «susodicha», con unos restos blanquecinos que no eran precisamente polvos de arroz para disimular el sofoco. Vamos que se había «metido» una rayita por su sitio. Cuando fué a devolverle su tarjeta ni se inmutó, ya que no era «consciente» de haberla olvidado allí.
Podríamos haberla denunciado a las autoridades por diversos motivos, aunque no lo hicimos para no entrar en demostrar unos hechos «consumados», sin testigos y basado en evidencias. Pero os garantizo que fué así. (No caímos en haber ido con la tarjeta al Duty Free para hacer algún regalito, pero la gente honrada no caemos en estas cosas).
En fin allá cada cual con sus miserias y sus dependencias. Pero cuando ya daban ganas de vomitar al verla, era cuando se le llenaba la boca «acusando» a otros famosos de consumir o haber consumido drogas, como a la pobre Carmina Ordóñez.
No debo desvelar el nombre de esta individua a la que otro «compañero» le hacía kallar..
Cely, efectivamente todos tomamos pastillitas, algunos a montones, pero eso no lo criticamos porque es más fácil echarle la culpa al mundo. Somos una sociedad muy hipócrita, que queremos honradez practicando el engaño, que exigimos lo mejor de los demás dando lo peor de nosotros mismos, y tiramos a la basura los juguetes que nosotros hemos roto a base de jugar con ellos. Los deportistas son en parte nuestros juguetes de usar y tirar… 🙁
si tienen rason no deven cer las cosas hasi pero digame una cosa si no tengo rason etapas de 200kls con ataques cada momento y los capos de escuadra no gastan son los coequiperos el cueerpo se desgasta en la tersera etapa y siguen los ataques …es como el señor que nesecita su pastillita para satisfaserce con su compañera… o la cafeina cuando trabajas en la noche …o cuando hay una infedelida con la pareja que ama no vamos a tomar y sacar las penas.. todo el mundo trata de exrimentar algo que lo aga sentir bien todo lo hacemos lo que pasa esque criticamos a los demas de sus actos pero no miramos entre nos otros ciedense ok….
Criy, haces lo que todo el mundo debería apoyar e incentivar. Pero me temo que los intereses económicos nada tienen que ver con el verdadero deporte y los deportistas. Felices pedaladas… 😉
los ciclistas k se dopan se estan kitando la vida y se estan engañando a ellos mismos.
yo soy ciclista y nunca me doparia para para ganar una simple carrera
El deporte en general es un ejemplo clarísimo de la prostitución económica a que hemos llegado. Hay que ganar a toda costa. La publicidad y los «mecenas» exigen carnaza. Se mueven demasiados millones como para perder una sola tajada. Así que los «gladiadores» hacen lo que sea por estar en la «cima» de todo. (Aunque sea «colgados»).
Una vez estrujado el jugo al máximo, sustituyen a su «muñeco» del pim, pam, pum por otro más nuevo y con más hambre de gloria si cabe, y hala, a producir más beneficios. ¡Lamentable!, pero real como la vida misma.
¿No querias taza?, pues toma tazón, que ahora el lider tambien se tiene que ir.
Y dicen que lo echa su equipo, ja, cuando iba a ganar el Tour…. eso no se lo creen ni ellos.
¿Pasaría lo mismo en el fútbol?, imaginemos que un equipo va ganando la copa de Europa porque acaban de meter un gol con la mano, y el propio entrenador echa al jugador y confiesa al árbitro para que le anulen el gol. Jajajajaja
Algo le habrán encontrado, digo yo
Lo del ciclismo ya es una cosa muy grabe, yo puedo entender que se dopasen antes cuando no había tantos controles porque no eran pillados y asi mejoraban su rendimiento, subían posiciones y ganaban carreras, pero no entiendo porque lo hacen ahora, porque al final siempre los van a pillar, porque son sometidos a miles de controles y tarde o temprano van a dar positivo… entonces ¿Por qué lo hacen? si tarde o temprano van a ser pillados.
Con lo dura que es la vida de los periodistas…. ¡Cuánta incomprensión!
Carlos, la «k» dice mucho de esa persona… 😉
Pero de todos modos, quizá tenía miedo a volar y había disuelto el lexatín para relajarse… jeje..
La pena de todo esto es que están acabando con la paciencia de los amantes del ciclismo.
Yo pensaba que este año se iba a acabar el tema de los dopajes, tras los últimos escándalos, pero no es asi. Lo que no me cabe en la cabeza es que sigan haciendo esas prácticas sabiendo que están expuestos a rigurosos controles.