25-S

 

¡Ay las fechas!. Las aborrezco desde el primer día que en el cole empezaron a ¿enseñarnos? historia. ¿Fecha del descubrimiento de América?. ¿En qué año se proclamó la Primera o la Segunda República?, dime la fecha de la batalla de Trafalgar, o la de Salamina… Era más un almanaque ilustrado que una lección de historia.

Por eso mismo carezco de una buena base en formación histórica, ya que a mi mente vienen solamente los hitos, y no las interrelaciones entre distintos acontecimientos, y tengo que esforzarme más para entender largos procesos de cambio que desembocan en un momento concreto en un suceso «clave» para el posterior desarrollo de una «nueva etapa» histórica.

Desde hace mucho tiempo me vengo esforzando en entender cómo está la España actual, comparada con épocas pretéritas, para tratar de sacar en claro las posibilidades de cambio que tiene este país en el que nos ha tocado nacer. Estoy revisando la Revolución Francesa de 1789, y me aparece ya una fecha importante, el 14 de Julio, y la toma de la Bastilla… Libertad, Igualdad y Fraternidad acabaron con la monarquía francesa y el resto de Europa, incluída España, tomaron ejemplo de ese cambio.

Así que me vuelvo por casa y entro a ver cómo fué la primera Constitución nacional, La Pepa, que también tenía fecha, justamente el día 19 de Marzo, allá por 1812. A esta han ido sucediendo otras hasta llegar a la actual, la Constitución de 1978, también con fecha 29 de Diciembre.

Casi sin darme cuenta me meto en otra fecha, el 14 de Abril de 1931, en la que se proclamó la Segunda República Española y sigo en el calendario histórico hasta otra que me reservo por no encender ningún ánimo (sólo digo que fue en Julio) y que nos llevó a todos a un período sangriento, lleno de sombras y de dolor para todos, y del que pese a la memoria histórica parece que no tengamos ya el recuerdo más que de la fecha. Pues habría que empezar mucho antes -de ese día de ese año- para ver que el desastre se fue cociendo poquito a poco, con la colaboración de muchos actores, y con un egoísmo individual y colectivo que no permitía ponerse de acuerdo a ningún partido político, ningún ideal de Estado común, ninguna generosidad por ninguna parte, y con las ideas muy poco claras de lo que realmente podría haber sido una oportunidad de progreso y convivencia armónica, con el respeto a cualquier idea o ideal y no con el «yo me lo guiso, yo me lo como» al que lamentablemente somos tan aficionados.

Ayer fué 25 de Septiembre, hubo manifestación popular en las calles, se rodeó el Congreso de los Diputados, se desató la violencia y las cargas policiales contra los manifestantes. Cada uno vuelve a barrer para casa. Yo soy INDEPENDIENTE, y yo, y yo… todos lo somos. Yo estoy harto de los politicos, y yo, y yo… ¡que se vayan!. Yo quiero un trabajo, y yo, y yo… ¡SOMOS CASI SEIS MILLONES DE DESEMPLEADOS!. y todos tienen/tenemos su/nuestra razón de protesta o manifestación, todos queremos un país que funcione mejor, que sea más justo, más igualitario, más democrático, más estable, más solidario, más eficaz, más MEJOR. Pero creo que lo que nos falta por saber, o al menos ponernos de acuerdo, es lo que consideramos QUE ES LO MEJOR para todos.

Y ya que estamos llegando a Octubre, os recuerdo que el día 12 se celebra la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, y son las fiestas de Zaragoza, y que espero de corazón que ¡tengamos las fiestas en paz!

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

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