Esta no llegué a publicarla porque no quise “ofender” a los protagonistas.
Debido a un desarrollo “irracional” de Air Nostrum tras el acuerdo de “franquicia” con Iberia, hubo que ampliar la flota de manera que se pudiera cumplir con unos compromisos muy elevados. La forma en que se realizó fué a través del “WET LEASE” (Alquiler de aviones con tripulación), durante lo que se nos dijo iba a ser un período lo más breve posible. Tan breve fué que en la actualidad se mantienen volando bastantes aviones de la compañía que se “alquiló” Denim Air.
Mi intuición era que eso iba a ser así, ya que además de la necesidad coyuntural, parece que resultaba más barato operar de esta manera. Al cabo de unos meses en esta situación se rumoreó que Denim Air había sido comprada, en todo o en parte, por los propietarios de Air Nostrum. Así que los alquileres iban a parar a las cuentas de Denim, en Holanda. Pero de esta manera todo quedaba en casa. (¡Ay la ingeniería financiera!).
Por nuestra parte nada podíamos hacer a nivel legal, ya que es una práctica totalmente lícita y más habitual de lo que pueda parecer. Pero a nivel laboral se traduce en un perjuicio importante para el sector. Primero porque continuan en el paro los profesionales autóctonos a los que no se les da la oportunidad de conseguir un puesto de trabajo que está “copado” por personal comunitario. Y segundo porque las condiciones económicas en las que venían los pilotos holandeses eran todavía más precarias que las nuestras, que ¡ya es decir!. Así que mientras ellos trabajaban nosotros veíamos cómo nuestras reivindicaciones laborales poco o nada de éxito podían tener.
Puesto que los pilotos de Denim no eran culpables de nada, me abstuve de “pinchar” en los tablones esta fábula. Pero ahora nada me impide hacerlo, máxime cuando con la llegada del verano aumenta el tráfico de pateras hacia nuestras costas.
Algunos se aprovechan de la miseria ajena para lucrarse cada vez más.
Este blog es muy bueno, me encanta