¿Conocías la siguiente frase?: » Cuando un diplomático dice SI, quiere decir quizás; cuando dice QUIZAS, quiere decir no; y cuando dice No… ¡No es diplomático!. 

Afortunadamente el Rey no es diplomático y por ello puede decir que no cuando lo considera oportuno. Ni siquiera dirige la Diplomacia española aunque su labor como máximo representante del Estado le hace ser el Mejor Embajador del que disponemos.

Las reacciones sobre su «intervención» en la cumbre chilena han sido de lo más variadas. Hay videos de mayor o menor gusto, declaraciones, chistes y mensajes para el teléfono con la frase del siglo. ¿Por qué no te callas?. Todo un éxito.

Ahora están «limando asperezas» con Venezuela para no cerrar el grifo del petróleo que importamos de allí. Las grandes compañías españolas intentan mantenerse a flote en la marejada que vive el país (sobre todo en el lago Maracaibo). Se intenta a toda costa que se cumplan los acuerdos firmados entre Chávez y Zapatero. Así que seguiremos siendo «amigos». Estupendo. No hay que perder negocios por «un calentón dentro de una conversación» como ya han dicho desde el PSOE.

En todas las relaciones humanas hay «fricciones» y «acuerdos», hay responsabilidades y deberes, y muchas veces hasta cariño.

En las relaciones internacionales podríamos aplicar los mismos parámetros que utilizamos en el análisis de nuestros «afectos». Pero ello no quita para que cuando un «maleducado» te interrumpe constantemente y no te deja hablar, le cortes el «rollo» para poder avanzar en el debate. (De esto saben mucho en las tertulias de TV ). El Rey actuó como debía, con firmeza e incluso con «enfado», igual que la mayoría de españoles hubiésemos hecho en su lugar, así que hizo «alarde» de nuestro caracter latino, con vehemencia y visceralidad. Creo que por ello nos hemos visto tan identificados con Su Majestad, incluso los antimonárquicos, ya que no actuó como diplomático ni como Rey, sino como ESPAÑOL, y eso es mucho decir con muy pocas palabras.