Esta es la historia de una joven que se odiaba a sí misma, y a todo el mundo, por ser ciega. Al único que no odiaba era a su novio que la quería mucho.
Un día consiguieron un par de ojos donados sanos, la operaron y pudo ver.
Una vez que podía ver, el novio le pidió que se casara con él, lo cual ella rechazó al darse cuenta de que el novio era ciego. El novio, aunque triste, lo comprendió y se despidió de su vida.
En su partida le dejó esta nota:
«Tan solo te pido que cuides bien de mis ojos pues te los regalé y ahora son los tuyos». TE AMO.
ay..que dulce… a veces leyendo estas cosas pienso que el amor todavia es posible..
un besote
CARINA
Lo había leído en alguna ocasión, pero cada vez que lo hago me emociono.
Un abrazo