Y me refiero a la semántica lingüística. Hay siempre que tener muchísimo cuidado, cuando una lengua es tan rica como la española, en utilizar la expresión más adecuada para transmitir correctamente lo que se pretende. De hecho un pequeño matiz hace cambiar totalmente el significado de una frase y da lugar a falsas interpretaciones o «malos entendidos», llevando al receptor del mensaje a quedarse con una idea totalmente equivocada de lo que en origen era el concepto de lo que le llegaba.
¿A qué viene este párrafo?, pues viene a colación del estilo lingüístico que utilizan algunos autodenominados periodistas (gacetilleros más bien), cuando dan una noticia en un medio.
Ver la noticia en 20 Minutos que me ha movido a escribir este artículo, y en la que aparece esta auténtica «perla»: Los pasajeros y la tripulación resultaron ilesos del aterrizaje forzoso del aparato, que acababa de despegar de Hong Kong cuando sufrió la rotura del fuselaje..
Antiguamente existía en las redacciones de los periódicos un corrector de estilo que revisaba los artículos, con el único afán de pulir determinadas deficiencias en la sintaxis o en el propio estilo literario, eliminando redundancias y otra serie de defectos en la escritura y por supuesto en la ortografía.
Ahora las noticias corren más deprisa que el mismo motivo que las ha generado, cuanto antes las «cuelgues» en la red antes te atribuyes el ¿mérito? de la primicia. Si consigues conectar en directo dos minutos antes que otras cadenas es posible que ingreses en publicidad una serie de millones extras que el resto ya nunca podrán obtener. Pero el negocio anda un poco reñido con el interés estético de los que amamos la lengua como algo muy distinto a un simple músculo con papilas que nos ayuda en la deglución. Es decir a la lengua como idioma.
En aviación, para un piloto-escritor, no es lo mismo decir Aterrizaje forzoso que Aterrizaje forzado. El primero significa más bien aterrizaje de emergencia en donde la seguridad del pasaje y/o de la aeronave están en compromiso. Hay que aterrizar cuanto antes y en las condiciones presentes en ese momento puesto que mantenerse en vuelo es, o imposible por haber perdido la fuerza motriz (parada total de motores), o porque hay un fuego que no se ha podido apagar, o por cualquier otra causa que obliga a poner el avión en tierra de forma urgente. Así pues habría que llamarlo exclusivamente ATERRIZAJE DE (EN) EMERGENCIA simplemente.
Todos los demás casos donde el aterrizaje está motivado por otro tipo de causas, en las que no peligra en absoluto la seguridad del avión, que es lo mismo que decir de sus ocupantes, debería de llamarse ATERRIZAJE FORZADO. Forzado por las circunstancias pero sin ningún tipo de riesgo. Por poner un ejemplo, si hay un pasajero que presenta síntomas de riesgo de muerte inminente también hay que aterrizar de URGENCIA en un aeropuerto alternativo para intentar que sea atendido por personal médico y con medios adecuados. Si a uno de los pilotos le da un cólico nefrítico (por poner) el otro piloto ha de «desviar» el avión a otro aeropuerto alternativo, no sea cosa que a él le dé una gastroenteritis que le haga permanecer en el baño mientras el otro se retuerce del dolor de riñón.
He puesto unos ejemplos sencillos (creo) de que no es lo mismo forzoso que forzado, al menos en cuanto a un aterrizaje, así que recomendaría a los redactores-jefe de los «noticiarios» que velen un poquito más por la corrección lingüística de sus «becarios», porque no creo que se les pueda considerar periodistas si no saben utilizar la única herramienta de trabajo con la que cuentan. Al menos los oficios manuales cuentan con muchos más instrumentos con los que han de ejercitarse hasta ser considerados profesionales.