Cursos y más cursos.

(un poquito de lenguaje en php… ¡y listo!)

Ante la crisis imaginación. Cada uno ha de buscar la forma de superarla de la mejor manera posible, otros hemos de aprovechar el tiempo «libre» para seguir aprendiendo, lo que sea…

Hoy me ha llegado un ¿Spam?, en el que se habla de un curso de Programador de páginas web. La verdad es que es muy interesante, ya que es lo mismo que hice a través del INAEM.

La pena mía es que mi bagaje previo en informática era casi nulo, así que aunque hice «maravillas» mi nivel sigue siendo casi de usuario elemental. A pesar del esfuerzo por sacar partido al curso y de la esperanza de poder crear mis propias webs desde cero, ya  desistí viendo que no tengo «base».

Pero sigo pensando que es una buena alternativa laboral para los que han «mamado» la informática desde que nacieron. Sólo veo un pero, y es que a mayor número de especialistas, menor posibilidad de encontrar trabajo.

Uno de los mayores problemas que detecto en el mundo de la programación y sobre todo del uso y concocimiento de cualquier aplicación informática, es la vertiginosa proliferación y el desarrollo exponencial de las mismas.

Casi nadie es capaz de mantenerse al día en todo lo que surge nuevo. Ni siquiera los grandes gurús informáticos. Apenas has aprendido a utilizar el word – por poner – que ya ha aparecido una nueva versión ¿mejorada? totalmente diferente y a la que tienes que dedicarle un tiempo para adaptarte. Tu propio PC tiene lo último existente en el mercado doméstico, y a la semana siguiente aparece un amigo que te demuestra que tu aparato es ya antediluviano. Tu cámara de fotos con «tropecientosmil» megapixeles no es capaz de obtener la definición que tiene la de tu sobrinito al que para su comunión le han regalado una con más «dioptrías » que el Hubble.

En fin que estamos en una «carrera loca» contra la tecnología.   Ipods,   TV. Digital,   pantalla táctil,   netbook,   Ps 4,   multimedias,  etc.  ¿Quién puede seguir todo ello sin volverse un poco loco?. Es demasiado rápido como para poder seguirlo, así que el esfuerzo que requieren para actualizarse no está en absoluto de acuerdo a nuestras necesidades reales.

Por ejemplo mi teléfono móvil tiene ya siete años -ya mide más de 1,30 m.- y sólo lo utilizo para llamar y recibir llamadas, le sobran unas doscientas aplicaciones. Mi cámara compacta (Canon IXUS 70), que hace videos, me permitiría tratar las imágenes antes de disparar, pero a lo que intentara hacer la foto, habría pasado el momento o habría cambiado la luz (tal vez se me habría hecho de noche). La TV. con satélite tiene sintonizadso unos 1700 canales de los que suelo ver uno o ninguno. Eso sí mi PC tiene instaladas unas cuantas aplicaciones magníficas en las que todavía no me he metido a fondo, siempre estoy diciendo que voy a profundizar en el photoshop… Pero cuando me he metido al tutorial pierdo la paciencia y acabo utilizando el modo automático del Picasa.

Así que sigo a la cola del furgón de las nuevas tecnologías. Conseguí subirme al tren ahora que todavía me siento con ganas, pero me dejo llevar a remolque, mirando con ojos de plato a los apóstoles de la red, Helektron, Camyna,  Vinagre Asesino,  Miniguías,  Reflexiones,  Sucotronic… Pero con seguirles de lejos voy con la lengua fuera. A todos ellos quiero darles las gracias por traernos la informática, los gadgets, las redes sociales, y demás a nuestra casa y bien explicaditos. Pero sinceramente me tengo que rendir ante la evidencia:  «Yo nunca podré acercarme». Pero me quedaré con ellos a rueda, haciendo la goma, y procurando aprender cada día un poquito más.

¡Hale, todos a estudiar que nos falta mucho!. Y si quereis hacer un curso de programador, los de Deusto ofrecen éste por spam, pero de manera gratuita podeis hacer muchos otros a través del INAEM, igualmente de calidad y sobre todo a coste CERO.