Aunque me gustan los perros, sería incapaz de tener uno sólo por pereza. Me da un «nosequé» ver a los amos con sus perros a la intemperie matutina, o vespertina, con el cierzo soplando a cero grados, que me causan admiración.
Sin embargo ver a este grupo de caniches dando una vueltecita para ver antigüedades un domingo por la mañana, me dió un poquito de envidia. Lo que ya no sé es si detrás alguien iba con el «coche escoba»…
La ventaja de los hijos es que no les tienes que sacar… ¡ellos se van solos!.
tener perros quise decir..
Yo ya tengo dos hijos..tenes perros? imposible…
jajaja..besos