¡Las nóminas de los empleados de Spanair están en peligro!. Mirad que por mucho que lo sienta no me ha sorprendido en absoluto la noticia que publicaba el Mundo.
Ya avisaba al colectivo de trabajadores de esa compañía de que anduvieran con mucho cuidado a la hora de aceptar ser partícipes de una parte del capital como accionistas. Tampoco es la forma de sanear una cuenta empresarial, ya que el dinero sigue sin estar presente en el cajón, sencillamente lo mueven en el capítulo de débitos a activos, pero siguen sin tener un euro disponible.
Como siempre, siento tremendamente acabar teniendo razón en determinados análisis que hago de las informaciones que voy «picoteando» de las noticias. Y no es que haya que ser demasiado observador, sino que es una especie de puzzle que una vez montado te muestra la imagen total que se escondía tras cada una de las piezas.
Lo peor del caso es que las piezas de Spanair van encajando en el todo y ya se puede ir apreciando que lo peor está por venir. Así que, ¡a lo hecho, Pecho!.
Puesto que el cierre de Spanair no es algo muy descabellado de predecir, tal como están las cosas, quería dirigirme a aquellos que se vieron «obligados» a asumir parte de las acciones de la sociedad.
El ser copartícipe del capital como accionista conlleva una serie de derechos y de obligaciones hacia los mismos, así que no estaría de más que le dieran un vistacillo a lo que es una Sociedad Anónima. Y sobre todo que sepan la responsabilidad que han adquirido al entrar en este juego de intereses.
La historia reciente nos ha dado la pauta de lo que puede ocurrir en caso de que estos vaticinios se lleguen a hacer realidad. Tristemente Air Comet es por ahora el último de ellos y sigue la batalla de sus trabajadores por intentar cobrar lo que honradamente ganaron y todavía se les adeuda. Pero… el señor Díaz Ferrán sigue sentado en el sillón de la presidencia de la CEOE y negociando con los ministros de Fomento, de Trabajo, etc. las reformas laborales necesarias para salvar la patria, con un ¡a mi que me registren!, yo ya no era dueño de la compañía cuando se cerró ???.
Pero si nos remontamos unos poquitos años atrás, tenemos otros casos igualmente lamentables de compañías aéreas cuyos trabajadores quedaron totalmente desasistidos y nunca llegaron a cobrar ni una mínima parte de lo que se les debía. Cuando se presenta un concurso de acreedores, los activos reales de una empresa cualquiera, han desaprecido como por arte de magia y se descubre casi siempre que todo lo que creíamos que era propiedad de la misma estaba en régimen de alquiler o Leasing. Así que no se puede embargar más que cuatro mesas de oficina y alguna moqueta rancia y con pelusas sueltas.
Las empresas sólo tienen lamentablemente el nombre, y una vez desacreditada la marca este nombre no tiene ningún valor fungible. Pero los accionistas sí que suelen tener su propio patrimonio con el que responder a las deudas contraídas.
Claro que todos conocemos mil historias en las que se demuestra que los grandes empresarios nunca pierde nada de su propio patrimonio cuando les vienen mal dadas a sus empresas. ¿Cómo lo consiguen?. Ah, eso es parte del negocio. En general los beneficios que van obteniendo a título personal, se van desviando a determinadas inversiones que no son suyas y por tanto no pueden garantizar la responsabilidad como accionista de su empresa. Suelen tener separación de bienes, y cualquier propiedad de su conyuge o hijos es ajena a su propio patrimonio. Mientras tanto han ido colocando algún dinerillo en determinadas sociedades fantasmas de los muchos paraísos fiscales que existen. Tal vez alguna joyita en forma de diamante es siempre fácil de colocar en el mercado, un cuadrito de firma enseguida sale a subasta y se hace líquido de un día para otro, y cualquiera de los infinitos cambalaches que se os ocurran para que nadie le pille ni un euro de lo que se ha «llevado» a base de sudor ajeno…
En fin queridos amigos, sólo puedo recomendaros a los nuevos accionistas que vayais inmediatamente a un buen asesor mercantil y fiscal, que vayais acordando con vuestros familiares la mejor forma de que sean los nuevos propietarios de vuestras casas, coches y demás pertenencias, porque lo peor de todo sería que encima de que os quedeis en el paro al final no podais salvar ni los muebles. Los buenos estrategas militares siempre han previsto la forma de organizar la retirada, y ahora vuestra batalla por salvar a la compañía parece que se va decantando en favor del enemigo… ¡LO SIENTO MUCHISIMO!
No obstante, gracias a Anselmo, hay una puerta a la esperanza de financiación, tras los recientes acuerdos con los TCP’s, y los próximos con los TMA’s. Parece que han obtenido financiación en Cataluña y ello permite afrontar el futuro con mayores expectativas de mejora. Ojalá que salga todo mejor que lo que yo planteo. Al menos el diario Expansión da una idea de los inversores y de algún proyecto de nuevas rutas transoceánicas…
Piero, desgraciadamente podría quebrar. Están trabajando mucho para salir adelante, pero ahora mismo la situación es de «esperanza» y tiene que consolidarse la inversión que han hecho desde Cataluña. Ojalá mis temores queden en eso…
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Raúl Me temo que el tal Díaz… nosequé, está pensando en algo más que en Air Comet. Al final él saldrá ganando siempre, y al resto que «NOS» den… para eso está negociando de tú a tú con los ministros. Y creo que no es un buen empresario. Como persona me da la impresión que tampoco es de quien fiarse. Pero… este tipo de carroñeros son los que se erigen en representantes del pueblo llano.
Anselmo No te puedes imaginar la alegría que me das con tus informaciones. Prefiero estar errado (incluso Herrado) y ser tan burro como para equivocarme de pleno en mis «supositorios». Deseo fervientemente que sigais trabajando a pleno rendimiento, y que salgais de la crisis más fortalecidos que antes. Los planes estratégicos suelen ser declaraciones de intenciones hasta que no se ven reflejados en la práctica.
Espero y deseo que esos planes se conviertan en realidad, por todos mis amigos de Sapanair. Mucha fuerza a todos, aunque de momento es una plegaria y un deseo sincero de que todo os salga mejor de lo que yo piense.
Hola Carlos, excelente articulo, como siempre.
Como bien sabes, el pasado jueves 28 los Pilotos y TCPs de Spanair llegaron a un acuerdo que permite la RESTRUCTURACIÓN de costes necesaria para poder ahorrar unos 100 millones de Euros anuales, estos acuerdos también son LA LLAVE para que inversores y entidades financieras pongan dinero en Spanair y ésta pueda llevar acabo su PLAN ESTRATÉGICO abriendo nuevas rutas desde BCN y si Dios quiere y todo va saliendo bien, volver a la Larga Distancia muy probablemente en el 2011.
Sólo espero que te hayas confundido rotundamente en tus previsiones y que no aciertes ni una, por el bien de muchos compañeros y amigos tuyos.
Un saludo y muchas gracias.
Anselmo
Como en el caso de Air Comet, supongo que el Sr. Diaz Ferrán dirá que es otro mal número de la loteria. Creo que este Señor debería dejar de jugar a la lotería o simplemente si quiere seguir jugando, hacerlo al Bingo pero la sala de juegos de Soto del Real.
Hola Carlos, que razón que tienes.
Un abrazo
el lio de Abi
Alcione, a veces suelo ser un tanto «demoledor» y demasiado «extremista» en la forma de decir las cosas con demasiada crudeza. Pero sólo quiero advertirles de que no es momento de lamentaciones, sino de tomar posiciones defensivas. al final ojalá que no sean ellos los que paguen el pato que no les corresponde, mientras sus generales, se van de mercenarios a cualquier sitio donde tengan opciones de seguir ganando.
Decía Tzun Tsu que, para que los pueblos fuésen invencibles, debían de considerar cinco factores; el moral, que se gana en los templos, la meteorología, es decir la estación del año, la orografía del terreno, el general a cargo de las tropas, y la doctrina, o dicho de otra forma, dónde se respetan mejor los reglamentos.
Si cumples esas cinco condiciones, ganas siempre. Si no las tienes en cuenta todas, ganarás unas veces si y otras no. Si no las cumples en absoluto, saltas al abismo.
Los toros desde mi barrera se ven de otra forma, pero me da miedo pensar que mis compañeros de Spanair no hayan tenido sumo cuidado en evaluar dónde metían la cabeza.