Hablando de la dureza de algunos trabajos me contaba Inés un «chiste filosófico».
Pongamos que el hombre de la foto, 40º C a la sombra, a pico y pala hace un descanso para beber y piensa:
«llevo más de 20 años en esta empresa, he tenido tres ascensos, …
¡¿De qué empecé yo a trabajar aquí, pues? !.