El vídeo que acabais de ver es una parte de una película titulada: «La Flor del Desierto«, del director Sherry Hormann, y está basada en la autobiografía de una top model que sufrió en su infancia esta atrocidad y que ahora lucha contra esta «costumbre» desde su propia fundación (Waris Dirie Foundation).
Una de las prácticas ancestrales en determinados países, africanos mayoritariamente, cuya repercusión en la mujer tiene efectos devastadores, sobre todo psicológicos a las que sobreviven, es la ablación de clítoris. Aunque en muchos casos se practica la infibulación que, además del clítoris, elimina los labios menores, parte de los mayores y posteriormente se sutura el aparato genital externo para permitir solamente la evacuación de orina y sangre menstrual.
No podría llegar a entender el estado en que queda una mujer a la que se le anula su propia feminidad, se le priva de una parte esencial de su anatomía y se le somete a la voluntad del «macho» con una crueldad inexplicable desde el punto de vista de nuestra cultura. Pero en su propia cultura es algo totalmente «natural» y de obligado cumplimiento en el entorno socio-cultural en que se produce.
Este hecho se hizo público una vez más, cuando una mujer famosa, tuvo la valentía de denunciarlo ante la propia ONU, de la que fué nombrada embajadora especial para luchar contra esta práctica. De entonces aquí ha habido un cierto avance en la erradicación de esta práctica, se han reducido el número de ellas y la sociedad «civilizada» , tímidamente da pasos para prohibirla en los países que acogen inmigrantes mantenedores de estas tradiciones más allá de los suyos de origen.
Pero el FEMINISMO de verdad (con mayúsculas) tiene que surgir de personas sencillas, mujeres que aunque no tengan la fama de Waris Dirie, puedan denunciar y evitar esta mutilación. Para muchas habremos llegado demasiado tarde, pero todavía muchas niñas podrían seguir siendo mujeres plenamente, con su dignidad intacta y con una misión en la vida más importante que ser exclusivamente un «agujero negro» del que surgen niños y niñas que mantengan en pié una barbaridad de las muchas que el ser humano comete.
Seamos todos feministas activos y si el vídeo inicial os ha «tocado» alguna fibra sensible, ya sabeis que hay posibilidades de colaborar contra estos abusos y otros. Sólo hay que dejar de ser avestruces y mirar alrededor hasta encontrar un ideal digno de nuestro esfuerzo. Si cada uno evitamos una sola brutalidad más, habremos conseguido salvar a una mujer y haberla dejado llegar a ser PERSONA. Lo demás se lo remitimos al Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído a ver si consigue que el mismo sirva para algo útil.