El tenis es un deporte individual (salvo en dobles), donde la fortaleza mental debe acompañar al jugador durante todo el partido, tanto o más que la fuerza física y la técnica.
No puedo defender que nadie insulte a un rival, pero se supone que soltar la rabia y liberar parte de la tensión cuando crees que nadie te oye, es parte de una intimidad a la que deberían tener derecho estos y otros personajes sometidos, no ya a la mirada de miles de espectadores, sino al ojo y a los oídos de una cámara de TV.
Verdasco es un gran jugador, dicho sea de paso, que no se dirige en ningún momento hacia Gasquet, sino que habla para sí mismo… Es una pena que lo hayan violado públicamente de esta manera.
En cualquier otro deporte de más contacto, se insultan, se amenazan, se «arrean» y en el peor de los casos hasta se agreden. Pero el tenis siempre ha sido un juego de señores educados, en el que el Fair Play era una norma básica. Ahora todavía se mantiene algo de la elegancia pasada, tanto en la grada como en la pista, pero poco a poco va cayendo en algunos defectos propios de otras competiciones deportivas. ¡Una pena!.
Quizás mi gran admiración hacia Rafa Nadal y Roger Federer parta de que nunca les he visto despreciar a un contrincante, que una vez ganado cualquier partido siempre alaban el buen hacer del derrotado, y cuando pierden ellos mismos se culpan de sus errores y alaban los méritos de quien les ha vencido. Son grandes para todo y eso es estar unos escalones por encima del resto.
Seguramente Verdasco sufrirá en Roland Garros el peso de sus exclamaciones y ya veremos cómo lo reciben en los partidos que pueda jugar. Seguro que se lo hacen pagar muy caro. Y tal vez se lo merezca. Pero si yo pudiera pedir una cosa sería que les dejen en paz en el descanso. Sin micros y sin lectores de labios. Ellos no pueden irse al vestuario a relajar tensiones y el resto, para variar, es echar morbo a un tema que no hubiera tenido ninguna transcendencia de haberle respetado ese momento de intimidad y descanso.