La matemática del fútbol

Como no soy aficionado al fútbol (foot-ball), me quedo con las pelotas. Hay que aprovechar el Mundial para sacar algo más en limpio que un resultado parcial, que lleva a la gloria a una selección de futbolistas, ojalá sean los españoles,  y deja en las bandas al resto.

Hace unos días oí una noticia de escala Mundial, de las de verdad. Resulta que hay por ahí más de un matemático devanándose la sesera para resolver los que se han dado en llamar los Problemas del Milenio. Siete problemas cuya resolución es, o ha sido, un reto para estos cerebros, cuyo único mérito consiste en encontrar en la hiperesfera una demostración de la conjetura de Poincaré, o la de Hodge…

Parece que esta conjetura se transformó en Teorema, y que ha sido ya resuelto por un matemático ruso, un tal Grigori Perelman. Si será raro el cerebro de este hombre que no sólo ha demostrado un teorema casi «imposible», sino que no ha recogido el premio de un millón de dólares que le concedían desde el Instituto Clay de Matemáticas. Yo les voy a mandar la solución de uno difícil a ver si me toca un reintegro.

Enunciado:  X +1 = 3

Solución:  x= 2.

Demostración: I + I + I = 3, por tanto dos palotes representan a la X, si a cada palote le damos el valor de 1, tenemos que la incógnita de nuestra ecuación vale 2. ¡Eureka!. A ver si cuela…

Bromas aparte, mi cerebro no da para mucho más, lo importante de una solución de este tipo de problemas significa una revolución mundial a nivel matemático. A partir de ahí otros problemas muy complejos obtendrán una nueva forma de resolución, tal vez igual de complicada o más que el ya resuelto. Pero sin duda que ha abierto una nueva frontera al saber humano. Al final las matemáticas juegan un papel primordial en todo, aunque no seamos capaces de verlo a primera vista. Yo diría que las matemáticas son la ciencia más pura, filosofía y arte a la vez.

Pero no podía dejaros con mal sabor de boca a los que teneis afición sana al balompié. Resulta que en este mundial ha habido mucho bla,bla,bla, con los balones, y al final le bautizaron Jabulani. Pues hoy viendo la página  de la FIFA he descubierto que también les preocupaba el problema de las esferas… Así que seguro que el próximo mundial de fútbol se juega con un balón mucho mejor gracias a este ilustre y excéntrico matemático ruso.