Descanse en paz, ese aragonés ilustre, hijo de su tierra, que ha sabido llevar su voz por todos los caminos y ponerle música a un sentimiento.Ha sido grande en humanidad y ha defendido sus ideas con honestidad. Lo cual lo ha convertido ya en un símbolo de un espíritu de concordia y sencillez. Se ha ganado la inmortalidad.
D.E.P.
Abi, ahora es cuando se valorará de verdad todo lo que ha hecho por su tierra, por la mía, por la nuestra… ¡la de todos!
Ya lo creo que se la ha ganado y con creces.
Un abrazo