AENA no es ANEA

Ayer puse en el Facebook el video anterior, en el que se acusa al ministerio de Fomento de haber falseado datos de AENA, de los controladores, etc… para acabar decretando la privatización del ente y que ya está publicado a modo de Orden Ministerial.

Tanto hemos hablado, tanto hemos dicho, que apenas nadie está interesado en algo que ya está consumado, salvo aquellos a los que directamente se les aplicó la ley marcial para que acudieran al trabajo, y a los que siempre nos hemos preocupado por la seguridad aérea…

Estamos asistiendo difinitivamente al derribo de los aeropuertos españoles, al menos en la parte burocrática y, aunque sean aeropuertos deficitarios crónicos, seguiremos pagando los platos rotos de una celebración a la que no fuimos siquiera invitados.

Alabo la aportación de datos del protagonista, pero siento decirle que llega demasiado tarde… Para mí no es más que el maquillaje de cara vieja, para tapar las arrugas. Y me explico.

Hay que acordarse de que la cadena de hechos ha sido demasiado larga y en cada eslabón, los diputados, senadores y los ministros, han tenido un papel protagonista trascendental. Digamos que estos datos públicos están a disposición de los grupos parlamentarios. Añadamos que Los Reales Decretos-Ley tuvieron un período de debate y tramitación en la que sólo hubo oposición a este desmán por parte del Sr. Llamazares. Continuemos con que antes de decretar el estado de alarma todos aclamaron la firmeza con que se actuó. Y al final los controladores tuvieron que ir en fila de a uno al «humilladero», para posteriormente ser sacrificados y pasados a «degüello».

Después de las últimas elecciones municipales y autonómicas, el color dominante es el azul, pero no el del cielo, que sigue teñido de rojo, sangre de inocentes que reclama más sangre para calmar su sed.

Ahora parece que se acaban de caer del guindo, que les ha costado gran esfuerzo descubrir las tropelías de un ministerio «corruto» (corrompido), que han tenido tiempo de repasar los «papeles» y por tanto están dispuestos a desenmascarar a los culpables de este desafuero. Pues no busquen más, señorías, no hace ninguna falta. Con que vean los nombres de todos los Diputados y de todos los Senadores que componen nuestras cámaras, tienen el rol de RESPONSABLES por orden alfabético, ya que todos ellos votaron la transformación en Ley de varios Decretos, y por tanto aplíquense el cuento, que tiene algo más que responsabilidad política, porque nos sentimos estafados por todos Uds. ¡SIN EXCEPCION!