Viene un artículo que trata el tema en un blog de El Pais. Claro que el tratamiento que le da no es del todo acertado y deja en entredicho al personal médico que actúa siempre según su compromiso moral y de acuerdo al Juramento Hipocrático.
Otra cosa bien distinta es la Responsabilidad Civil (y/o penal) que asume cualquier médico o ATS en el ejercicio profesional. Cada día más se producen denuncias por mala praxis, negligencia médica, o errores médicos, por lo que cada acto médico está sometido a una rigurosa documentación, en la que entre otras el propio enfermo asume que se le ha informado en profundidad en caso de una intervención y de las posibles secuelas o riesgos que conlleva la misma. En el caso de los ATS, hasta hace bien poco, no podían poner ni una inyección si no era por «prescripción facultativa».
En este contexto es poco menos que una temeridad asumir responsabilidades, cuando además la emergencia se produce fuera del ámbito hospitalario, y donde los medios disponibles son escasísimos. Por no decir que cualquier especialidad médica no conlleva el saber actuar adecuadamente en determinadas patologías graves y de emergencia. De hecho ahora se ha comenzado a hablar de la especialidad de Medicina de Urgencias como algo diferente al resto.
Es muy fácil vender un producto creando necesidad. Al final, en mi opinión, de eso iba el referido artículo: vender desfibriladores. Hace tiempo os hablé de un pasajero que sufrió un ataque cardíaco en nuestro avión, y que desgraciadamente acabó falleciendo en la ambulancia. Nadie puede saber ya si habiendo tenido uno de estos desfibriladores el pobre hombre se hubiera salvado. Evidentemente en otro sitio que no sea un avión a dos horas de poder aterrizar, tener a mano este equipo de recuperación puede ser la diferencia entre sobrevivir o no. Pero tampoco es garantía absoluta de salvación.
Estamos avanzando mucho en todo tipo de aplicaciones tecnológicas a la medicina y a cualquier acto cotidiano. Bienvenidos sean todos los avances. Pero hay que ser conscientes de que somos humanos y por tanto debemos aprender a utilizarlos de forma correcta, y que no todo sirve para todo, ni en todo lugar.
Da unos datos de 19.000 emergencias médicas en aviones comerciales (aunque no especifica si en USA sólo o en todo el mundo), pero no da el dato porcentual. Yo os ofrezco esta cifra en volumen de pasajeros que vuelan en todo el mundo (2.200.000.000). Así que cada uno saque sus propias conclusiones si realmente hay que obligar a cada avión a llevar un equipo de estos. Tal vez como campaña de imagen haya compañías que lo incluyan, incluso con la voluntad real de servir a sus pasajeros en todo tipo de situaciones. Pero la tendencia actual al low-cost, no parece que favorezca mucho su implantación más o menos generalizada.
Tal vez un día os hable de lo que es un pliego de descargo y por qué lo piden las compañías. Ya veremos.
Vito, pues eficaz sí que lo debe ser… y les evitan el mal rato. 🙁
Las low cost ya tienen un procedimiento establedidos para emergencias médicas abordo: ¡Rematarles!