Tengo que empezar a hablar de Spanair en pasado. Para mí ha sido una quiebra que me toca muy de cerca, porque en esa compañía trabajaban muchísimos amigos, y ahora se les han truncado sus ilusiones y esperanzas, pasando a engrosar la interminable lista de parados del país. Llevan muchos años intentando salvarla de la ruina, haciendo sacrificios personales en beneficio de todos, y al final nada de ello les ha servido para mantenerla en pie.
Estoy indignado con los responsables de este nuevo desaguisado empresarial. Pero hay que remontarse muy atrás en el tiempo para saber quiénes han sido los que han provocado la ruina de una empresa que fue en su día ambicionada por muchos y que llevó asociada a su nombre la idea de excelencia empresarial y profesional.
Spanair surgió a finales de los ochenta, junto a otras, y creció rápidamente en una década que parecía gloriosa para las compañías charter españolas. La Ley de Capitales entonces en vigor, hacía que el accionariado de estas empresas tuviera que ser de mayoría española, aunque casi todas ellas tenían una participación extranjera de compañías europeas, así que SPANAIR nació con el apoyo de SAS y la ambición de algunos empresarios que poco a poco fueron dilapidando un crédito y desviando a la compañía de su crecimiento, y dejando las cuentas pendientes cargadas de deudas.
Al tiempo que SAS vendió parte de su inversión inicial y redujo su particiación al 11% del capital, el declive fué a más hasta que se destaparon los tejemanejes de Gonzalo Pascual y Díaz Ferrán, la ruina deMARSANS y otras empresas «tuteladas» por estos empresarios, hasta acabar en lo que costó el cierre de ellas.
A partir de ahí un peregrinaje en busca de capital, de liquidez y tras un período de incertidumbre y algún ERE, se produce el fatídico accidente del JK 5022, el año 2008. Las víctimas del mismo todavía están esperando la resolución judicial del caso, y les quedan muchos puntos suspensivos hasta que puedan ser reparados sus intereses legítimos tras la catástrofe.
Además de las trágicas consecuencias, el hecho en sí dió a Spanair lo que para mí ha sido la estocada mortal, dejándola definitivamente expuesta a su propia «malasuerte» y terreno abonado para nuevos especuladores. Entra ahí la mano redentora de «Iniciatives Empresarials Aeronàutiques S.A.» (IEASA) en el año 2009. No voy a valorar la intencionalidad política del trasfondo, aunque es más que sabido que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona pretendían mantener la ilusión de una compañía que representara a Cataluña y que sirviera para desarrollar el aeropuerto de El Prat como un Hub importante y que dinamizara el mismo ante su inminente privatización…
Cambia el Gobierno en la Generalitat, vuelco electoral en las generales y marcha atrás en la privatización tanto de El Prat como de Barajas, nueva reforma laboral a punto de firmarse, obligación desde Bruselas de acabar con las «subvenciones» públicas a empresas privadas, y también la excusa de la CRISIS, esa panacea a la que culpar de todos los males y con la que justificar la «toma de decisiones»…
Se buscan inversores, se espera que Qatar asuma las deudas previas, pero con la condición de que siga en la línea política marcada previamente y con pocos visos de resultar rentable asumir un agujero que puede rondar 500 millones de Euros. Lógicamente resultaban demasiados los inconvenientes como para apostar en una ruina más que consumada y que sólo estaba pendiente de su reconocimiento oficial.
Sé y así lo afirmo, que dos días antes de la suspensión de operaciones el actual presidente seguía dando informaciones a los empleados de que las negociaciones estaban a punto de culminar favorablemente, que la compañía se había salvado, que iba a volver a crecer y que no peligraba ningún puesto de trabajo… y esa sensación de normalidad y de futuro esperanzador se mantuvo hasta prácticamente el momento de la suspensión de operaciones, vendiendo billetes hasta unos pocos minutos antes de anunciarse la cancelación de todos los vuelos.
Poco importaba resarcir a los pasajeros o devolver el billete, dejarlos en una terminal cualquiera sin posibilidad de ir o venir, de las reclamaciones que sugiere se hagan. Todo lo que sea con tal de no decir la verdad.
Como veis la cosa viene de largo, y mientras tanto los ministerios implicados estaban como se suele decir «IGNORANTES» de la gravedad. El de Fomento N/S, N/C , y ahora «amenaza» con una sanción económica a una sociedad que no tiene dinero, así que va a cobrar lo que yo te diga. El ministerio de Empleo y Seguridad Social supongo que no sabía que iba a tener unos 4000 desempleados más, ya que sin duda Spanair habría ido pagando religiosamente las cuotas de la S.S., el mismo ministerio de Economía debía tener muy claras las cuentas y por tanto no tenía ninguna alarma con los resultados de la sociedad, y la Generalitat logicamente no tenía nada que ver en la gestión de un patrimonio público que había invertido de una manera transparente y pensando sobre todo en los beneficios sociales de una Comunidad que necesita del apoyo institucional para salir de una situación dramática…
SPANAIR ya es historia, es carne de hemeroteca, y muchos sesudos analistas van a diseccionar los cómos y los porqués de este nuevo fiasco aeronaútico. Pero lo peor de todo no es sólo eso, porque me temo que es tan sólo la PENULTIMA empresa de aviación que cierra. Pero claro el ministerio de Fomento no tiene información al respecto…
Antes de poner el siguiente vídeo quiero decirles a todos los empleados que trabajaban en Spanair que les deseo lo mejor, que otros hemos pasado por estos trances antes y que no sirve de consuelo el «mal de muchos», pero que sepan que la gente honesta, la que trabajaba con ahínco y aportando con su esfuerzo algo de esperanza en el futuro, siempre van a tener un hueco y una oportunidad de seguir viviendo con esa dignidad y esa satisfacción que les ha hecho grandes durante tanto tiempo. Y antes o después volvereis a poder demostrar que sois unos magníficos profesionales a pesar de quienes os han dejado en el paro. ¡SUERTE A TODOS!.
José es lamentable ver cómo debido a la mala gestión, mientras ellos se forran de dinero, que muchas familias queden sin trabajo. Lo peor de todo es la rabia que se siente después de haberlo dado todo a cambio finalmente de nada… más que frustración, desesperanza y rencor.
Un trabajo es algo más que la forma de cobrar un sueldo… es la ilusión, el esfuerzo colectivo, la recompensa a mucho esfuerzo anterior, y lo que mantiene en la lucha por sobrevivir.
Ahora les han hecho añicos la confianza. Tardarán en saborear lo que significa haberse librado de ellos, y el precio que pagan es demasiado alto. Pero les deseo que sean capaces de ver que la vida a pesar de todo continúa dando más oportunidades.
No se extraña a quien se sabe que està siempre ahí… jeje 😉
Comparto con los demás Carlos, muy triste, ese video no es apto para cualquiera. Vos mejor que nadie sabés lo que se siente, porque has pasado por esto, y has sabido levantarte. Siempre pienso, ojalá todos ellos pudieran hablar con vos. Estoy seguro que les haría muy bien escuchar tu testimonio, incluso sería como algo terapéutico.-
Lamentablemente se que no puedo hacer nada por esta gente, sólo ofrecer una humilde oración a Dios, por cada uno de ellos.
Un abrazo, y felicitaciones por el artículo!. Me encantó el análisis.-
PD: Hacía bastante que no escribía por acá! …..supongo que ya me extrañaban jeje..saludos captain!
Directo Tebla, algunas de las compañías que aparecen duraron lo justito para que los «carroñeros» se llevaran parte de una tajada apetitosísima. Y lo peor es que alguno de ellos sigue en la «brecha» montando nuevas empresas que arruinar. 🙁
Mery nos van curando de espanto, nos han acostumbrado a lo que no debería ser «normal», y encima nos quieren hacer creer que gran parte de la ruina es porque los empleados tienen el vicio de cobrar… 🙁
es una pena, como quedan truncados los sueños de personas que lo unico que quieren es trabajar, saludos.
Triste, muy triste. Viendo como se desmorona «nuestro mundo» el vídeo es una dosis demasiado fuerte.
Un fuerte abrazo a todos los perjudicados.