Estamos en una etapa de «reflexión» bancaria. Cada día nos sorprenden con nuevos datos macroeconómicos, tendencias de mercado, primas de riesgo y variaciones del Euribor. Así que sin darnos cuenta hemos caído en un círculo en el que no paramos de darle vueltas a índices de economía que a la mayoría de nosotros nos dejan fríos.
Si bajamos a la economía doméstica, esa que su objetivo a corto plazo es el de llegar a fin de mes con menos apreturas, siempre nos encontramos con que nuestras «cuentas» suelen salirnos «rosarios». Un mes por otro hay un factor imprevisto que nos deja el saldo de la cartilla en menos equis (números rojos), o sencillamente temblando hasta que llegue un ingreso a los afortunados que tienen nómina.
Así que a ellos es a quienes se dirigen actualmente las ofertas y promociones de los bancos -con diferentes atractivos- si te decides a domiciliar esa nómina en su entidad. Es una realidad que la banca busca la captación del cliente, y nada mejor que incentivar esa fidelidad que supone ingresar tu salario en una cuenta.
A partir de ahí cada euro de ahorro es una pequeña victoria diaria contra nuestra crisis, ahorrarte el pago de una comisión, tener la tarjeta de crédito sin coste alguno, obtener un tanto por ciento de descuento en los recibos domiciliados… todo va sumando al final del año y «hay que mirar la peseta» si queremos apartarnos de las apreturas que nos han ido imponiendo a base de recortes y congelaciones.
Vivimos en una sociedad en la que el dinero debajo del colchón no es ni recomendable ni casi posible, así que a la hora de economizar los escasos recursos de los que dispone una familia normal, habrá que buscar dónde está la mejor oferta en una cuenta nómina, como ésta del Banco Sabadell.