El pasajero a peso, o en busca del micro pasaje…

 

enano enanito

 

Cuando hace unos años comencé a ver la tendencia del low-cost en las aerolíneas, me dí cuenta de que antes o después a algún iluminado se le ocurriría la -brillante- idea de cobrar  a los pasajeros en función del peso

Tal vez parezca algo descabellado pero era, hasta cierto punto, algo lógico, puesto que el consumo de combustible o las limitaciones de un avión al despegue, están en función del peso que tiene que mover el avión. A mayor peso mayor consumo. 

Evidentemente el planteamiento simplista de «bonificar» al que menos pese, hace que el más pesado se vea «penalizado» en la misma medida. O sea que se vende como un ejercicio de equidad en lo que a coste por pasajero/peso/distancia/volumen respecta…

Hasta hace muy poco la operación aérea se hacía calculando todas estas variables de manera estadística, haciendo proporcional la media a un muestreo de personas, considerando mujeres-hombres-niños-bebés con unos pesos standard y en función del tipo de vuelo (largo radio, charter, ejecutivo..) asignar también un peso medio del equipaje. Desde el punto de vista operativo lo realmente importante era conocer el peso total que el avión debía transportar y por tanto el combustible necesario para poder realizar el vuelo cumpliendo con la normativa legal al respecto. (No entraré en más detalles para no cansar, pero recientemente todos hemos oído hablar de diversos vuelos que declaraban corto de combustible cuando las condiciones meteorológicas no eran las óptimas).

El desafío tecnológico para tratar de reducir el peso del propio avión ha sido un reto para los ingenieros a lo largo de la historia. Materiales más ligeros, motores más eficientes y de menor consumo, mejoras aerodinámicas para reducir la resistencia, microprocesadores sustituyendo a la electrónica «convencional», y un larguísimo etcétera en el que todo el esfuerzo de la investigación y su aplicación práctica ha sido una carrera contra la fuerza de la gravedad…

Pero faltaba un detalle que cualquiera podía ver y que nadie «tocaba» por si las moscas. La carga de pago. Si envías un paquete por vía aérea ya sabes que es más caro, pero mucho más rápida la entrega. Pero cuando un pasajero se mide por el peso bruto que tiene, está a muy poca distancia de lo que se consideraría en otros casos como transporte de ganado. A tanto el kilo en canal.

Por último, y visto que este camino no tiene final, voy a adelantarles a los «chupatintas» del Cost Index una serie de medidas novedosas para seguir ahorrando peso y reducir el consumo de queroseno, y que lo vendan a la opinión pública como una medida para evitar que paguen justos por pecadores.

– Azafatas de menos de 40 kg.

– Descontar del sueldo de los pilotos un tanto por ciento en función de su propio peso si este excede de 60 kg.

– Eliminar todos los asientos de pasaje, y sustituirlos por cojines con unas bridas de sujeción al suelo.

– Suprimir los galleys y nada de servicio a bordo. Tal vez una bolsa pic-nic en la facturación puede saciar una sed inoportuna.

– Cambiar los procedimientos operativos de la aviación «antigua». Por ejemplo, apagar todos los motores antes de iniciar el descenso, y arrancar tan sólo uno cuando estemos a punto de iniciar la aproximación final, para mantener un régimen de descenso y velocidad «legales».

– Eliminar los toiletts (váteres) y por tanto el depósito de las aguas residuales. Suministrar en caso de necesidad una bolsa  hermética, de venta en grandes superficies, o exigir que cada uno porte las suyas, en el hipotético caso de que le venga un «apretón».

– Prohibir el equipaje facturado y el de mano, ¡Viaje con lo puesto!. Cualquier cosa que necesite en destino nosotros se lo vendemos a bordo. Ello haría que las bodegas se convirtieran en un macro centro OUTLET y se incrementaría la venta a bordo hasta límites inauditos.

Como podeis ver la imaginación en materia de ahorro avanza más rápidamente que la innovación y el desarrollo…

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

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