Parece que el espacio aéreo español está saturado de horas. Pero claro no puede ser. El espacio es una abstracción, una idea, y por tanto un intangible. Sin embargo las personas que lo administran y controlan, son seres humanos a los que sí se les puede tocar, (y de hecho se les empezó a tocar desde la zona donde se alojan los testículos, sin discriminación de sexos).
En aviación todo «estaba» regulado y reglamentado, establecido, pactado, consensuado, medido y mediado. Hasta que llegó la crisis. La crisis, la crisis… ¡estoy hasta el mismo sitio que los controladores de la manida y socorrida crisis!. Se están aprovechando de ella hasta el límite de lo humanamente tolerable.
Cuando la sociedad moderna se transformó en lo que es, gracias a la industrialización de la misma a finales del siglo XVIII, hubo un período de transición hasta que se consolidaron los derechos laborales de los trabajadores industriales. Se acabaron las jornadas de sol a sol, típicamente agrarias, para adaptarse a los ciclos naturales de siembra y cosecha, primavera o invierno. Lo que había servido como referencia durante siglos, con los siervos de la gleba, el señor feudal, y el terrateniente o mercader mecenas, pasó a quedar en desuso por las nuevas exigencias productivas. Los turnos, la actividad continuada a lo largo de todo el año, la fabricación masiva de bienes de consumo, la saturación del mercado, etc. convirtieron poco a poco a los países industrializados en lo que a la postre es el sistema capitalista actual.
¿Cuándo y por qué había que parar para descansar?. ¿Cuántas horas anuales podía hacer un obrero antes de caer extenuado?. ¿Cómo armonizar la actividad continuada con el ciclo de las estaciones?. Todo llevó mucho tiempo y no pocos disgustos y revueltas sindicales con las primeras asociaciones de trabajadores, «las Trade Unions«, hasta llegar a establecer unas nuevas pautas laborales.
Lo que fué y es de aplicación general para todos los trabajadores a los que se les debe respetar cualquier derecho recogido en el Estatuto de los Trabajadores, y también exigirles el cumplimiento de los deberes contractuales que asumen de manera voluntaria. Además de la norma general, también serían de aplicación cualesquiera otras ventajas recogidas en los convenios colectivos, bien sean sectoriales o particulares de un colectivo en una determinada empresa. Esto funcionaba más o menos así hasta que llegó AENA a ser empresa… y hasta que un ministro decidió derogar por decreto-ley tanto el convenio firmado por los trabajadores y ella misma, como determinados derechos constitucionales conculcados por la misma regla.
Por si alguno de vosotros no tiene demasiado claro cómo se trabajaba en aviación, os remito a la normativa europea al respecto, la famosísima JAR OPS 1 subparte Q, que finalmente remite a la circular operativa 16 B de la DGAC en España, donde se establecen los períodos de actividad y descanso y los límites máximos de trabajo, a lo largo de un extenso documento de aplicación OBLIGATORIA, para las tripulaciones de vuelo.
Los currantes descansamos para poder trabajar más, no porque al explotador empresario le guste vernos holgar y disfrutar del «otium» mientras él lucha por el «nec-otium».
Así que los de Aena «la han cagado» al forzar la máquina, digamos que se han pasado de revoluciones, y la revolución última será la que haga saltar el engranaje general, en un punto débil, para luego hacerse añicos toda la maquinaria. Mientras tanto el Ministerio de Fomento sigue al pairo de la crisis, abarloado por babor (izquierda) a una masa social que le aplaude las gracietas como si fuese un mesías redentor… ¡Tiempos modernos!, tiempos de crisis, tiempos de miseria mental que nos dejarán en tierra una vez más. Y como todos los frentes nubosos que barren nuestra querida Península Ibérica, las primeras rachas de viento, y los primeros chubascos y tormentas comienzan por Galicia. Así que comienza el período de descanso forzoso y forzado de los controladores del ATC gallego.
Pero mejor que todo mi rollo es lo que ya nos dijo el genial Chaplin en sus Tiempos Modernos…
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Vito, las autoridades de las que hablas, admiten lo que les echen. Años ha, el menda lerenda se chupaba un Las Palmas- Helsinki- Las Palmas de una tacada. Actividad real programada: 16:30 h. En función de la meteo se podía alargar hasta casi las 18:00, y con problemas técnicos en una ocasión batimos un récord, alcanzando las 23:45h de un tirón. Y siempre pensando en el bien de los pasajeros. Así que al día siguiente disfrutamos de un «inmerecido» descanso de día completo, en un hotel con piscina y vistas al mar. ¡De lujo!, y claro los huéspedes sólo nos veían con el bañador debajo de la sombrilla, pensando que estábamos así todo el tiempo.
Dejémonos de «pabadas» y desmontemos el circo, empezando por el jefe de pista, y echemos al domador a sus leones después de unos días de régimen. Al final sólo deben permanecer en pista los payasos que tanto gustan a chicos y grandes. 😉
Raúl, no inventará nada nuevo bajo el sol. Ofrecerá de nuevo las miles de horas extra, expréss o liofilizadas para que arrimen el hombro. Una forma magnífica de solventar el problema sería incumplir la ley por vuestra parte. Inmediatamente denuncia ante la propia DGA y el juzgado de guardia correspondiente, la AESA, y a toda institución que pase por la zona… y hacer que un juez, dos, tres, impidan acceder al puesto de trabajo a un «sinpapeles» controlador. El trabajo «ilegal» teóricamente está perseguido por la autoridad.
Y luego decían los de Air Nostrum que era rojo… si soy un probo ciudadano dispueto a autodenunciarme por incumplir la ley. 😉
¿Alguien puede entender que las autoridades aeronaúticas admitan actividades aéreas de 13 horas seguidas? La fatiga está presente en el 90% de las tripulaciones de vuelo ( Informe presentado en Bruselas ) y nadie pone remedio al peligro que supone. ¿Porqué un conductor de autobus tiene mas descansos que un piloto o una TCP?
Las estadísticas reflejan menos accidentes/incidentes de lo que deberían, muchos de ellos no trascienden o son convenientemente silenciados( Ejem.: Ayer salida de pista en Newcastle de un 737 ). Unicamente los que terminan con consecuencias fatales reciben la atención pública. ¿A quién debemos exigir responsabilidades? Al profesional se le persigue y arrincona, cada vez hay menos barreras que evinten los accidentes, pero la rueda sigue girando, y en aviación…. siempre toca!
Hola Carlos,
como sabes, AENA aumentó de 1.200 a 1.670 hrs. la jornada laboral anual de los controladores aéreos, amparándose en la ley 9/2010 de 14 de abril que impuso este Gobierno socialista que presume de NO ser un Gobierno de decretazos…
Pero los gestores de AENA han administrado tan pésimamente las programaciones mensuales de sus trabajadores que desde mañana mismo y hasta final de año, serán bastantes los que vayan alcanzando el tope de horas marcado y deban por imperativo legal interrumpir su labor.
AENA pretende que estos controladores continúen trabajando infringiendo la Ley y miente cuando para ello apela al RD 1001/2010 de 5 de agosto, ya éste NO modifica dicho máximo anual de 1.670 hrs.
Y aquí sí que no hay más cera que la que arde.
A ver ahora qué se inventa Fomento/AENA para justificar lo injustificable…
Salu2.