AFIS o ATC

Cuando se comenzó a hablar masivamente de la implantación del sistema AFIS, os hice una breve reseña intentando evitar los equívocos que se generaban por las informaciones «oficialistas» (oficiatontas) al respecto.

Hoy se publica en Aviación Digital un extenso artículo en el que se explican pormenorizadamente las ventajas e inconvenientes de la utilización del sistema de Información aérea. Este artículo indican que reune los correspondientes a Avion Revue de Mayo y Junio.

Estamos en plena operación salida de verano, millones de vehículos circulando por nuestras carreteras, miles de vuelos yendo y viniendo repletos de viajeros ansiosos por disfrutar de sus vacaciones.

De aviación se sabe poco -y menos que querrían algunos que se supiera- pero intentar confundir o engañar al usuario es para mí un acto punible ya que, cuando una persona decide arriesgar su vida, debe al menos conocer si puede evitarlo y cómo.

¿Creeis que con que la Guadia Civil de Tráfico se limitara a informar por radio continuamente de dónde hay un atasco, si ha habido un accidente, si el tiempo está malo, etc. sería suficiente para prevenir y evitar un accidente de carretera?. ¿Verdad que no?. Todos somos conscientes de que los agentes de tráfico son una ayuda en muchas situaciones imprevistas, sin su colaboración y el despliegue de medios que comporta una avalancha de tráfico como estas, sería casi imposible solucionar un pequeño conflicto por culpa de un pinchazo, o un pequeño golpe. Más aún cuando ha habido un accidente que colapsa una vía. En esos momentos, su trabajo de dirección y control de la situación permiten que los vehículos puedan fluir otra vez de manera normal en función de las condiciones presentes.

Pues más o menos eso es la diferencia entre informar del tráfico o dirigirlo en un aeropuerto. El AFIS canaliza una información recibida y la retransmite a los aviones, nada más. Los propios pilotos retransmiten sus intenciones y dan su posición para general conocimiento de los que están por la zona, pero el resto depende de ellos mismos. Así que digamos que cada uno puede ir «a su aire», hacer lo que crea más oportuno y si se equivoca apechugar con las consecuencias. Pero siempre bajo su responsabilidad, ya que nadie le habrá ayudado directamente a hacer lo mejor para todos. Dirigir el tráfico es mucho más que poner un semáforo, o una señal de peligro. Para que todo circule de la mejor manera posible necesitamos muchas veces de la presencia de un buen agente que sea capaz de ordenarlo, incluso sin informar de qué le hace tomar una u otra determinación, porque para eso es un agente de la autoridad y tiene un centro superior de gestión que le da las órdenes oportunas para facilitar el tráfico, desde la propia DGT.

Así que mucha prudencia a los conductores, buen turno a todos los controladores, y sobre todo felices vacaciones a todos.