Una vez más Zaragoza se queda -parcialmente- colgada por vía aérea gracias a la política económico-comercial de una gran empresa de aviación. Sin embargo lo venden como si les pesara enormemente tener que suspender operaciones a determinados destinos durante una época concreta.
No es que no digan la verdad, lo que habría que matizar es que el único motivo de las suspensiones es el económico. También querría señalar que la búsqueda de rentabilidad es siempre un objetivo prioritario en cualquier actividad y que como empresa siempre piensa en su propio interés. Lógico. Pero que no se hagan los sensibles ante una comunidad autónoma en la que durante mucho tiempo no ha habido conexiones aéreas salvo un vuelo testimonial a Frankfurt y porque estaba «pactado» con Opel General Motors para garantizar el transporte de sus empleados y que hacían (exigían) que ese vuelo tuviese continuidad.
En mi época como piloto de la susodicha empresa, vivimos el «cierre» automático de operaciones sin previo aviso y – de un día para otro – se cancelaron las conexiones con Madrid, Barcelona y Valencia ante la poca demanda de billetes.
Desde el nacimiento de la compañía, Zaragoza iba a ser -según decían algunos- una especie de Hub (centro neurálgico) para la invasión expansión de la misma hacia la cornisa cantábrica y el sur de Francia. De aquello nada. No sólo no se hizo un centro estratégico sino que quedo como un «punto negro» en el que no cabían los pocos vuelos que había operativos. Así que una llamadita de teléfono al delegado de la compañía en Zaragoza para comunicarle que al día siguiente no hacía falta abrir la oficina puesto que ya no operaría ningún vuelo.
Con posterioridad a ello se recuperaron al cabo de los años algunos vuelos a Madrid y Barcelona, e incluso a París y a Londres. Aquello parecía que iba a ser una maravilla, pero se equivocaron en la elección del avión. Mientras otras rutas se hacían con el pequeño reactor que ya operaba en la compañía (el CRJ 200) pero utilizado en otras líneas más publicitarias, éstos destinos internacionales desde Zaragoza se seguían realizando en aviones turbohélice (Fokker 50) con los que invertíamos más de tres horas en llegar a París y algo más a Londres. Así que para el pasaje era una auténtica tortura, ya que con Aviaco habían conocido las mismas rutas pero con unos «anticuados» y extraordinarios aviones (los DC 9) que hacían el vuelo en hora y media aproximadamente.
Seguiría contando y no pararía de cómo se mantuvieron los vuelos de manera «forzada» por el propio Ministerio de Fomento en tanto en cuanto se terminase de enlazar la ciudad con Madrid mediante el AVE y con un poco más de retraso también a Barcelona. La política de transportes de la DGA no la conozco, así que no sé cómo se ha negociado con la explotadora de aviación. Desconozco si no ha habido acuerdo en cuanto a la conveniencia o no de mantener los vuelos, si son rentables o simplemente son de interés estratégico tanto para la Comunidad como para la propia empresa. Pero de lo que estoy totalmente seguro es de que a la empresa como tal les importa muy poco, por no decir nada, el interés de los ciudadanos zaragozanos y aragoneses en tener unas conexiones aéreas más fluidas o más continuas.
Claro que no somos la única ciudad , aquí otra, a la que dejan en «vuelos menores» por falta de ocupación. Eso sí, ¡lamentándolo mucho!. No pongo más ejemplos para no cansar, pero podeis ver en el buscador tantos como seais capaces de repasar. Así que nos toca esperar un poquito a ver si aciertan con los vuelos que les interesa hacer a los millones de personas a las que les vendría bien coger el avión en Zaragoza.
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¡Menos mal!, yo creía que era en un sitio peor…
Las turbulencias fueron en AC.
Vito, yo hace mucho que desistí de entender algo de aviación. Sólo sé ya de personas, y no demasiado…
De todos modos, ahora que no me leee nadie, un Consejero Delegado al que le pregunté sobre si se iba a consolidar Zaragoza como base estable operativa. me dijo que los políticos aragoneses no estaban muy «por la labor». Que veían el avión como muy elitista y por tanto eran más favorables al AVE. ¿Será verdad? o ¿acaso me engañó para echarles la culpa a los inocentes?. ¡El sabrá!. Lo cierto es que Zaragoza es un ir y venir de vuelos en tránsito hacia ninguna parte.
La verdad es que yo cada vez entiendo menos este negocio, pues los intereses estratégicos, comerciales, políticos y empresariales son demasiados condicionantes para que una empresa aeronaútica termine por ser un proyecto viable. Air nostrum tiene que vender incluso cuando da malas noticias, pero es tambien muy importante el papel que juegan las administraciones locales a la hora de establecer sus estrategias inversoras. Parece que el avión todavía no es considerado una infraestructura básica y necesaria para potenciar el tejido empresarial existente y atraer nuevas inversiones. Aragón pierde competitividad al depender de Madrid y Barcelona para las conexiones aéreas y fía su vertebración al transporte terrestre. Bilbao, Valencia, Vigo son ciudades medias donde sus conexiones aéreas responden a la importancia que dan a este transporte, añadiendo la ventaja de que además disponen de importantes puertos marítimos.
¿Era Pinto o Valdemoro, o estaba entre ambos?. No lo conozco, así que no puedo determinar su grado de pericia. Siempre hay que hacer caso de lo que te diga el mismo. Así que habría turbulencias en S o en Z.
El otro día tuve el honor de viajar con tu antigua compañía. Te aseguro que tuve mis dudas cuando vi el cacharrillo en el que se supone que tenía que volar. Recordé todas tus entradas sobre la seguridad de los aviones y demás… y me encomendé a la pericia del comandante Pinto. Anda que… pedazo de aterrizaje que tuvimos. Dicen que había turbulencias…