(algunas fotos más en Panoramio)
Ayer llegaba a Zaragoza la tan temida avenida del Ebro a invadir su propio lecho, al margen de Expos y de huertas. Lógicamente los periodistas de todos los medios estaban ahí para transmitir sus respectivos partes de la que afortunadamente no ha llegado al volumen previsto inicalmente.
No sólo había periodistas, sino que muchos zaragozanos o transeúntes habían acudido allí a ver cómo bajaban las aguas del río. Miles de fotografías se hicieron del lugar, y probablemente quedaran en el olvido cuando una nueva avenida o riada haga acto de presencia en cualquiera de nuestros ríos.
Mientras tanto los periodistas estaban ahí y seguro que su crónica ya fué vista por millones de personas. Aunque yo me perdiera los informativos pude verlos en pleno trabajo. Y sorprende ver la cantidad de recursos necesarios para poder enviar la señal que ha de llegar hasta nuestros televisores, en directo.