Si es verdad que el que no llora no mama, me da la impresión de que en Aragón hemos perdido la capacidad de llorar. Y si no lloramos dejaremos que los que (la) maman tampoco tengan que llorar.
Dicho esto voy a llamar MAMONES a todos nuestros representantes políticos aragoneses, que son los que han sacado un recorte de un 45% en los presupuestos del Estado, tras el del 23% del año anterior. Así que en dos años, y para aquellos que no entienden mucho de porcentajes, partiendo de 100, el año pasado nos dejaron en 77, y a partir de ahora tendremos 43,55 disponible. ¡Estupendo!.
El inane Iglesias ha dejado Aragón en barbecho, por no decir yermo, sus colaboradores en el gobierno se rasgan las vestiduras, y la oposición disfruta del fruto maduro que le están poniendo en bandeja para intentar ganar las próximas autonómicas… así que los unos por los otros han defendido los intereses de NUESTRA tierra pero ¡por l’haba!.
No me gusta comparar los datos con otras autonomías porque, si han conseguido más que nosotros, probablemente es que sus representantes lo han hecho mejor que los nuestros. Dejémonos de agravios comparativos y gritemos o lloremos por lo nuestro sin comparanzas. Que sí, que las presiones independentistas influyen en el estado de ánimo del gobierno central, que las componendas entre partidos de «tú me dejas y yo te doy» son muy efectivas, y que la «RES PUBLICA» (del latín) tiene bastante guasa. Pero de ahí a que nuestros parlamentarios aduzcan que Aragón está dispuesta a arrimar el hombro para salir de la crisis es poco menos que decir que somos imbéciles.
Se acabaron los proyectos de desarrollo en infraestructuras, comunicación transfronteriza, embalses, AVE, y todo eso que queda en suspenso hasta que haya dinero. Y como debe ser que estamos ya muy bien dotados de todo ello, dejamos que ese capital vaya a otras comunidades que lo necesitan más que la nuestra, porque somos nobles y entendemos que estamos ayudando a España a salvar la crisis.
Mientras tanto seguimos instalados en el valle del Ebro, apaciblemente mirando cómo pasa el agua del río a través de los Monegros, bajamos el ganado de las cumbres a pacer en los valles pirenaicos durante el invierno o miramos a los amantes en Teruel darse achuchones en un parque. Porque lo nuestro es vivir en paz y ver pasar de todo ante nuestras narices dejándolo correr…
Pues yo me he cansado ya de ser un mirón más, de dejar que roben a los pobres para dárselo a los ricos, de que me den siempre en la zona de la hemorroide, y que encima me llamen cariño. Ciertamente me cuesta mucho llorar, pero no quiere decir que no lo sienta. Me temo que aquí lloramos poco y nuestra falta de llanto provoca olvido de la madre que nos tiene que dar de tetar.
Lloremos de rabia y sentimiento, lloremos por la injusticia, por la pobreza, por hambre o por sueño, pero lloremos. Y si no aprendemos a llorar habrá que echarse al monte, como José María «El Tempranillo» y hacer nuestro lo que previamente nos han robado. Volvámonos bandoleros y dejemos pequeña la banda de los siete niños de Ecija. Aquí somos alrededor de millón y medio censados en todo Aragón, y eso, con un trabuco, una faca toledana, y un par de huevos, asusta a cualquiera.
Jubi, me temo que no. Partiendo de cien, sólo llegamos a la disponibilidad real de «caja». Pero no se contempla el IPC de esos últimos 12 años. O sea que lo tenemos muy crudo. Pero creo que van a montar clínicas de deshabituación a la manía de comer… 🙁
Yo no entiendo casi nada de porcentajes, pero mi pregunta es : El poder adquisitivo será equivalente al del año 1998, que según creo haber leído es lo que teníamos entonces?
Ya no me puedo apretar mas el cinturón ya que si lo sigo haciendo pronto pasaré a ser un destacado miembro del «Libro Guinness de los récords»
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