De siempre, que yo recuerde, el Ayuntamiento de Zaragoza ha montado un Belén durante la Navidad. Ya de pequeño tengo los primeros recuerdos de uno menos monumental, pero más entrañable que se ponía junto a la Diputación Provincial, en la Plaza de España.
Conforme la ciudad crecía, el bullicio y la multitud que siempre inunda la zona, impedían disfrutarlo por la pequeña dimensión que tenía. Así que se remodeló totalmente y fué creciendo y creciendo hasta que se reubicó en la Plaza del Pilar. También recuerdo que aumentó su extensión y estaba pegado a la fachada principal de la Basílica del Pilar.
Desde hace no demasiados años sufrió un radical cambio de «look», con figuras más estilizadas y menos románticas, muy lejos de los nacimientos barrocos o del mismo Belén de Salzillo. Sin embargo la grandiosidad y el recorrido de nuestro Belén hace muy agradable la visita, sobre todo con niños. (yo os propongo que veais esta pequeña muestra de mis fotos).
Mi gusto personal no importa demasiado de cara al mantenimiento de nuestras tradiciones, así que el estilo es lo que menos relevancia debería de tener. Por tanto a disfrutar de él que todavía estamos a tiempo hasta que lleguen los Reyes Magos con su cargamento de regalos para todos.
(En Vitoria también hay unas magníficas muestras de belenes y no digamos de los belenes murcianos..)