Carnet Joven

Hoy dedico este pequeño «homenaje» a Zaida, trabajadora del Instituto Aragonés de La Juventud.

A parte de otras muchas otras actividades que realiza dicha institución, hoy he disfrutado de una profesionalidad y trato amable y simpático por parte de esta persona encargada de emitir el Carné Joven para menores de 26 años.

El motivo por el que destaco su buen hacer ha sido motivado por la «incompetencia» para tramitar dicho carné por parte de la oficina urbana 87 (Montecanal) de Ibercaja. Hasta ahora habíamos solicitado los carnets jovenes de nuestros hijos a través de dicha oficina; y siempre habíamos tenido problemas y demoras de hasta más de un mes para recibir un carné que en teoría se tramita en una semana. Pero la comodidad de hacerlo al lado de casa nos había hecho caer por tercera vez en el mismo error.

Obviamente en cualquier caja de ahorros te ofrecen un carnet asociado a una cuenta joven que ofrece alguna ventaja adicional sobre el normal. Pero nunca hemos hecho caso de tan atrayente oferta y eso hace que probablemente les resulte menos atractiva la gestión de un documento que a ellos no les va a reportar ningún beneficio añadido, como puede ser la captación de nuevos clientes.

Por diversos motivos no habíamos podido hacer con demasiada anticipación la solicitud del carnet, pero lo hicimos con el tiempo suficiente para no tener complicaciones. Sin embargo ayer fuimos a la oficina a «retirar» el dichoso carnet, pensando que ya estaría disponible y no aparecía por ningún lado. Nos marchamos un tanto preocupados porque hoy era el día límite para poder presentarlo en el colegio para gestionar los seguros colectivos y algún que otro trámite para organizar el viaje de estudios de mi hijo.

Hoy he vuelto a llamar a la Caja para ver si lo tenían y la respuesta es que: «Nos han informado de que faltaban ciertos datos que rellenar en la ficha de solicitud, según les habían informado desde el instituto de la juventud». Mi sorpresa ha sido mayúscula puesto que yo mismo había rellenado el formulario y al parecer no había puesto: Fecha de nacimiento, dirección ni número de teléfono. ¡Vamos que soy más tonto que Abundio!. Como comprendereis no me considero tan incapaz de escribir dichos datos y otros de mayor relevancia en cualquier tipo de documento o formulario.

Así que he llamado directamente al centro neurálgico y he sido atendido por la susodicha Srta. Zaida. Ha buscado el formulario de solicitud, ha rebuscado en la base de datos de su ordenador y me ha confirmado que efectivamente le faltaban esos datos y TODOS LOS DEMAS porque allí no había llegado ninguna solicitud a nombre de mi hijo. Ante la urgencia e impotencia que he sentido, me ha dado la posibilidad de hacerlo de manera «INMEDIATA». Para ello le he dado por teléfono todos los datos que yo no había rellenado, me ha indicado una oficina próxima a su sede para efectuar el pago de los 7 € que cuesta el trámite, y me ha requerido que me presentase con el resguardo del pago, con el DNI de mi hijo y una fotografía. Cuando he llegado con todo ello ha puesto la foto en el carnet que ya tenía preparado y ¡Listo!.

Le he intentado transmitir mi gratitud de todos los modos posibles, incluida una gran sonrisa de satisfacción, pero ella se ha quitado importancia diciendo que le toca hacerlo más a menudo de lo que podemos creer y que está preparada para resolver casos urgentes en épocas de muchos viajes escolares. De cualquier modo una y mil veces más muchas gracias, Zaida.

El tema de Ibercaja no va a quedar así. Tal vez cancele la cuenta que tenemos con ellos. Pero por el momento voy a mandar una queja por escrito al departamento de atención al Cliente. Nunca me he sentido molesto con los errores ajenos, porque soy el primero que los comete en muchas circunstancias, pero lo que no he admitido nunca es que me mientan y encima, poco menos que te llamen TONTO, aunque sea sin querer.