Comer bien

A base de dietas, de nuevos menús, de comida saludable y un montón de las miles de estupideces que circulan y hacemos circular entre todos hemos llegado a la idea de que comer mejor ayuda a vivir mejor. Y desde luego que eso es verdad. Lo que ya no es tan verdad son los nuevos alimentos BIOEFICIENTES, BIOSALUDABLES, BIOENERGETICOS y todos los BIOPOLLAS que se nos ocurren con tal de vender carísimo lo que antes se daba a los puercos…

Yo comencé con una dieta más saludable por problemas coronarios (nada de coronas reales), hice un régimen donde eliminé de un plumazo todas las grasas, los azúcares, y mucho carbohidrato con el fin de adelgazar rápidamente unos cuantos kilos de más que arrastraba sin ninguna necesidad práctica. Al final en tres meses casi 14.000 gr desaparecieron de mi cuerpo, engullidos por mi organismo y convirtiendo los adipocitos en energía utilizada, sacándolos de la despensa que llevaba en la barriga, nalgas y demás zonas estratégicamente distribuidas por mi cuerpo. Conseguí cambiar de mentalidad y ahora como «casi» lo justo, mantengo un cierto equilibrio y controlo el metabolismo dentro de un cierto límite adecuado a mi poco gasto energético diario.

Como además soy el «chef» de casa, intento convencer a mis hijos de comer de todo, le echo imaginación para variar entre los cinco o seis alimentos que se comen sin protestar (el resto genera cierta tensión en la mesa). Pero hoy viendo este vídeo que trata del hambre, del gusto y de la pobreza creo que todos deberíamos reflexionar, No ya en lo que es comer bien, sino únicamente en pensar lo que significa COMER. Tal vez ya no necesitemos hacer más conjeturas sobre lo afortunados que somos de poder hacerlo siempre, y considerar lo que es realmente un EXCESO.