Voy a hacer una serie de ofertas personales de cara a una posible contratatación laboral.
En la definición filosófica de hombre se dice: «El hombre es un ser social por naturaleza…» así que por esa razón social me considero «muy hombre» y me comprometo a:
– Trabajar hasta los 95 años.
– Cotizar a la Seguridad Social durante toda la vida, aún después de jubilado, si no me permiten seguir en activo.
– A trabajar todas las horas extras necesarias para el funcionamiento de la sociedad civil, sin que se vea perjudicada por mis intereses particulares (y al mismo precio o por la mitad de una hora ordinaria).
– A no participar como miembro de ningún Sindicato, que le complique la vida al empresario reclamando derechos que le impidan lucrarse del trabajador al máximo.
– A realizar tareas impropias del puesto que ocupe con la seguridad de que lo hago por el bien común.
– A no disfrutar de vacaciones, ni de períodos de descanso innecesarios, que sólo hacen que haya que aumentar el número de trabajadores y por tanto encarece el servicio que presta la empresa. Hay que intentar ser más competitivos.
– Prometo gastarme todo el dinero que perciba para que el mismo circule y el resto de la sociedad se beneficie de mi trabajo en el intercambio de valores y servicios.
– Me hipotecaré por encioma de mis ingresos para que en ningún momento se me pase por la cabeza dejar de trabajar, ya que la necesidad es la mayor virtud de un trabajador.
– Viviré ansiando trabajar más y procurando que mis compañeros asuman el mismo comportamiento en beneficio de todos.
– Procuraré transmitir mis conocimientos profesionales de manera desinteresada, formando e informando a quienes por su edad o formación necesiten de mi ayuda. De ese modo la formación continua en la empresa quedará al margen de inversiones innecesarias.
– Y prometo ser fiel a mi empresa siempre, sin dudar de que todo lo que me ordenen será muy necesario e indudablemente beneficioso. Haré pues lo que la sabiduría popular ya definió en esto: «¡Ata la mula donde mande el amo, aunque se ahorque!…
– Y prometo mantener mis condiciones psico-físicas en el mejor estado posible para NUNCA tener que solicitar una baja por Incapacidad Laboral Transitoria.
Claro que para cumplir con estos compromisos sólo necesito un par de bagatelas:
– Una beca de estudios que me permita residir y llegar a convertir mi cultura occidental en otra mucho más acorde con lo que pretendo: LA CHINA.
– Y por último: UN TRABAJO. Ya que sin estas dos minucias seré incapaz de cumplir con mis compromisos adquiridos.
P.S. Lo de los 95 años deben garantizármelo por ley, eximiéndome de todos los compromisos en caso de no llegar a cumplirlos. No sea cosa que luego de muerto me demanden por incumplimiento de contrato…
Si alguno no entiende el motivo de mis compromisos tendrá que acudir a la definición de un latinajo muy útil tanto en filosofía como en ciencias: «Reductio ad absurdum».
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