Uno de los «gadgets» que más utilizamos diariamente es un teléfono móvil, que además de permitirnos hablar, cada vez ofrece más utilidades. Cámara de fotos, enlace a internet, juegos, y un sinfín de ventajas que cada cual valora en función de sus necesidades propias.
Se ha convertido en el medio de comunicación más versátil, y más necesario, de tal modo que casi nadie ya concibe salir a la calle sin llevarse su teléfono.
Su buen uso sin tener que llegar al abuso, permite estar en todo momento en contacto con el mundo,establecer conexión en cualquier lugar y desde luego que en zonas poco transitadas como puede ser el monte, o una playa apartada, nos da la confianza de que ante cualquier imprevisto siempre podemos llamar a pedir ayuda.
El móvil deja ahora de ser sólo urbano y se «echa al monte». Me he quedado gratamente sorprendido de este concepto (nuevo para mí) en el que descubro estos Teléfonos Todoterreno. Veo que hay versiones para todo tipo de entornos. Unos acuáticos, capaces de flotar y que sin duda serán muy aceptados entre aficionados a la pesca, la naútica, o que viven sencillamente de un trabajo cerca de un río o del mar. Otro muy robusto y altamente resistente en condiciones extremas, como podría ser en una escalada a la alta montaña, que incorpora entre otras cosas barómetro y altímetro.
También me ha sorprendido una cámara de vídeo, también todoterreno, y que sirve para filmar sumergida hasta a 10 m de profundidad, por lo que incorpora un manómetro de presión y un GPS, para evitar perderse en el proceloso mundo submarino.
Cada vez más vamos incorporando a nuestras actividades estos teléfonos móviles, y por tanto adaptándolos a esas circunstancias y exigencias cada vez mayores. Aquellos que aman el deporte y la aventura, o que necesitan de una garantía de resistencia y larga duración de la batería, encontrarán en ellos unos buenos compañeros de fatigas, o de placer, sin renunciar a estar comunicados con el mundo, por muy aislados que puedan estar.