Ayer día 12 se celebró esta jornada en Zaragoza, la cual ya había tenido lugar en otras localidades aragonesas como en Monzón y Huesca el día 4, en Alcañiz el día 5, en Teruel el día 7 y el 8 en Calatayud, y que se enmarcan en el contexto de la SEMANA EUROPEA DE LAS PYME 2009.
Lo primero que quiero destacar de toda la jornada es la ambición de crear optimismo en todos aquellos que necesitamos y queremos encontrar alternativas de vida en forma de desarrollo de ideas y de planes de negocio. Ese aspecto quedó perfectamente definido y conseguido el objetivo. En segundo lugar la implicación colectiva de todos los ámbitos económicos e institucionales que están trabajando en que otros encuentren trabajo. Y en tercer lugar la gran calidad y solvencia de todos los ponentes que, utilizando el argot taurino, podrían considerarse primeros espadas en la sociedad de la Investigación y Desarrollo (I +D ) de la que son clarísimos ejemplos de emprendedores de éxito.
Los escenarios elegidos para las ponencias eran probablemente dos edificios emblemáticos de nuestra ciudad y que eran capaces por sí mismos de inspirar a nuevas generaciones de emprendedores. Desde el Aula Magna del Paraninfo de Zaragoza tuvimos ocasión de escuchar, bajo la tutela de Don Santiago Ramón y Cajal, una serie de interesantísimas consideraciones a cargo de los ponentes, a lo largo de toda la mañana. Aquí se vió desde un punto de vista más juvenil y enfocado hacia la materia gris de los universitarios que pronto irán finalizando sus estudios y necesitarán dar pasos adelante en cuanto a poder desarrollar su formación, en un ambiente laboral difícil y necesitado de ideas, como las que ellos tienen, y casi con la «obligación» de llevarlas a cabo. Su asistencia a las conferencias estaba además «premiada» con un crédito para su curriculum estudiantil.
Por la tarde el Auditorium de Zaragoza acogió a cientos de personas en busca de información y formación para entender algo mejor el difícil mundo de la puesta en marcha de una idea. Hubo mucho y muy bueno, dado el caracter mundialmente reconocido de los participantes, hubo talleres, y contacto personal con todos ellos y sobre todo salimos (al menos yo) con fuerzas renovadas para seguir adelante con nuestros propios proyectos.
Así que gracias a todos los que colaboraron en esta iniciativa por su motivación hacia los demás y a los promotores de estos actos tan necesarios en los tiempos que corren. (algunos ponentes en estas fotos…)
La única objeción que pondría, si cabe, es el sentimiento de que ideas no faltan, ganas de emprender tampoco, lo que quizás no se pudo resolver es la parte que suele echar para atrás a cualquiera que quiera montar y desarrollar su idea de negocio: ¿cómo lo financio?. Esperemos que pronto haya una semana del financiero sin fronteras que venga a darnos ese dinero que tanta falta hace para poner en marcha un negocio, por modesto que éste sea…
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