(imagen tomada de aquí)
Digamos que en una compañía de aviación uno de los puestos «de confianza» de la dirección es el de Dr. de Operaciones. De él dependen otros departamentos tales como las Jefaturas de Flota, El Departamento de Instrucción, y normalmente la Jefatura de Tripulación Auxiliar, y la programación de los tripulantes.
Cuando entré en una compañía de pasajeros pensaba inocentemente que estos señores serían los más capacitados y grandes gestores de recursos, incluídos -un término que odio- «los recursos humanos». Pero conforme fuí viendo y conociendo a unos u otros, con los cambios habituales entre unos pocos, entrevistas laborales con otras empresas, etc. me dí de bruces con una realidad muy distinta.
Sabeis que soy muy observador y crítico, así que poco a poco fuí diseccionando los valores máximos que hay que poseer para llegar a ese puesto tan «ansiado» por algunos trepas. Siempre había sido un puesto ocupado por comandantes con cierta experiencia profesional, así que como pilotos se les supone de entrada una trayectoria intachable. Pero quiá, algunos son unos auténticos fallos en el sistema de selección natural.
La gran cualidad que deben tener es la de dejar de ser compañero piloto para transformarse en dictador de operaciones. El cambio de actitud es instantáneo, como el cacao que se disuelve en cuanto ve la leche cerca. Mutación expontánea o camaleón con uniforme. Cualquiera sabe, lo que sí se aprecia inicialmente es de qué parte cojea y siempre es hacia el mismo lado.
En las compañías serias todos los jefes de los departamentos dependientes de él presentaban su dimisión en el momento en que era nombrado un nuevo Ops. Manager. Pero digo serias, así que ya nadie dimite, sino que se arrima al nuevo para demostrarle su inquebrantable adhesión y su disposición de ayudarle en la dificil tarea que asume. Estos mediocres y mendaces acólitos, ofician de comparsa sea cual sea el espectáculo que se oficie.
Así que empieza el hombre despachando a todos aquellos que no son de su «cuerda» y empieza ya haciendo amigos. Pero claro los amigos de verdad los traía ya puestos como pegatinas de su maleta. Entonces ofrece los primeros trucos de prestidigitación. Fulano asume la Instrucción, mengano la de flota X, y zutano mi subdirector. Y cada uno de estos arribistas, vuelve a formar equipo, los instructores serán los siguientes: amigos de cole, vecinos, o primos segundos del director general. Siempre valores y méritos mucho más útiles que el ser pedagógico, tener grandes conocimientos o un caracter firme y a la vez comprensivo para detectar la mejor manera de ayudar a comprender lo que tiene obligación de enseñar.
El jefe de flota tampoco hace falta que sepa más que firmar, al fin y al cabo es sólo para dar el Visto Bueno a un pipiolo que acaba de finalizar la instrucción. Si los instructores y el jefe de Instrucción consideran que es válido por qué habría de rechazarlo él. Y claro que los aviones de los que dispone estén operativos o no es cosa de mantenimiento. Así que se dedica a vegetar en su despacho hasta que los ignorantes acudimos a él para plantearle solamente problemas. Que si me han programado mal la línea, que si no se cumple el descanso, que si aquí no suben el catering… ¡Chorradas!. Lo importante es que se cubran los vuelos. Si no hay avión que lo pinten, si no hay tripulaciones que doblen, si no hay tiempo de comer te pones a dieta, pero ¡no molestes! ¿no te das cuenta que es miembro del STAFF ?. No tienes en consideración que está ahí para resolver problemas serios.
Mientras tanto el director de operaciones, acude a reuniones con la alta dirección, departamento de ventas, dirección económica, nuevas rutas, necesidades operativas, contrataciones, etc. Así que cada vez vuela menos y se reúne más. Se olvida progresivamente del trabajo que hacía, de sus quejas, y no sólo no acomete las reformas que pretendía de otros, sino que suele empeorar las que eran medio decentes. Cuestión de coyunturas.
Eso sí que también es una cualidad inherente al puesto, mentir con soltura. Unos llegan a ser auténticos maestros del disimulo, de la regla del cinco que por… te la hinco. Una sonrisa, un ¡hombre Carlos!, ¡qué bien te veo!. Y mándamelo por e-mail que ahora estoy muy liado… Palmada en el hombro y tenemos que quedar para comer un día… ¡Claro no faltaba más!, al fin y al cabo sabes que todo lo que me digas lo tengo en cuenta… pero mejor comiendo, no sea cosa que te de por mandar un informe con entrada en el registro y no me queden más alternativas que dar explicaciones a los que mandan… tú ya me entiendes, porque estos fulanos son la leche. Claro, claro, no te voy a poner en compromiso.
Claro que le mandas el mail y lo debes mandar directamente a su «papelera». De comer juntos no hay tiempo, ya que para eso se encarga él de que duermas siempre fuera de base, no sea cosa que vuelvas a ir por su feudo en la oficina. Y claro, escribes un informe después de varios mails, de infinitas llamadas en las que la secretaria te «comunica» que está reunido. (para tí siempre tiene una reunión). Y entonces se produce un pequeño milagro… te llama el jefe cuando estás comiendo con la familia o tomando una cañita con los amigos. ¿Pero tío, por qué has hecho eso?. No sabes la que me has liado. ¿quién te crees que eres?. Joder si estaba ya en ello, casi estaba todo solucionado y vas y me haces quedar como un imbecil. (lo que eres, ni más ni menos).
Como me hagas otra de estas ya sabes… la direccción te quiere fuera, y yo… ya no voy a poder defenderte, porque esto les ha sentado fatal. No ves que dentro de nada hay una auditoría, tenemos que enviar la documentación y está todo el mundo muy nervioso. Y ahora hay que parar un avión, joder tío que vamos de culo… Nada nada, no te preocupes que ya no vuelvo a escribir otro informe si me contestas a un mail, o consigo hablar por teléfono alguna vez. Yo sabes que sólo quiero ayudarte a que esto vaya bien.
Ah por cierto, sabes que estoy pensando en informarte de un montón de irregularidades en la programación, que las averías se están dejando diferidas, que la peña se pasa de actividad, que…
Deja, deja, que ahora me voy a volar. Lo dicho, ¡mándamelo por mail!… y a ver si comemos.
Alcione a que te recuerda a unos cuantos… jejej 😉
Joer, bordao:
Los hay tan supinamente ignorantes, que incluso cuando emiten notas o informes, estan llenos de fltas de ortografia (y no es debido a que como yo, su teclado sea ingles).
Eso si, van chuleando de megasalario de 18k al mes. Es mas barato pagarle muy bien a un idiota que pagarle lo justo 500 pilotos.
Saludos,