Una semana más he estado «en blanco», mejor dicho en negro, porque nada de la actualidad me hacía salir a escribir sobre lo que estaba pasando a mi alrededor. Cuando mis pensamientos me llevan a no encontrar respuesta a las eternas dudas que se me plantean, prefiero permanecer al acecho, como un ave rapaz, antes de lanzarme a morder cualquier anzuelo de los que nos echan las «noticias».
He visto impertérrito la firma de la Paz Social, entre el Gobierno, la Patronal y los Sindicatos. Una paz sin haber habido guerra… Aquí nadie había montado «un pollo», porque la huelga-paripé-general a la que han aludido fué una pantomima, un guiñol con muñequitos que mirábamos asombrados, mientras tras el biombo se cocía el caldo gordo de lo que ahora han firmado.
He seguido el «conflicto» de AENA con sus ex-controladores, a los que les queda muy poco para ser unos currantes normalitos, sometidos a la ley de la oferta y la demanda laboral, sin garantías y sin derechos, previo pago del canon de acceso a la profesión a base de soltar mucho dinero en cursos que no les garantizarán un puesto de trabajo, cada vez más precario y de menor calidad, aunque eso lo decidirá el Sr. Pimentel en nombre de la concordia.
Ví con desasosiego el huracán Yasi que ha barrido Australia, y ha rematado la faena comenzada por las inundaciones anteriores…
Y cómo no la llamada «a rebato» (Convocación de los vecinos de uno o más pueblos, hecha por medio de campana u otra señal, para defenderse de un peligro) del pueblo egipcio.
Los egicpcios, cuya historia antigua es apasionante, aunque llena de claroscuros entre la grandeza y la dominación. Fué puente entre culturas, comercio y civilización; pero acabó en lo que casi todas las civilizaciones, un país lleno de pasado y que para seguir adelante ha de pensar en su futuro. El pueblo egipcio está llamando a gritos a todos intentando definir cual quiere que sea su futuro próximo.
Tiene en sus manos un arma de doble filo, el canal de Suez, cuyo valor estratégico obliga a los países desarrollados (dependientes del petróleo) a mirar con lupa todo lo que está ocurriendo allí. Ya han conseguido llevar el crudo a un récord histórico de precio, y los «sesudos» analistas económicos, políticos, expertos en Oriente Medio, en los países árabes, pero totalmente impermeables al sentimiento de los ciudadanos, sólo observan los acontecimientos para ver cómo pueden influir en sus propios intereses.
Mubarak no se apea del burro, de momento. Tal vez no sea una decisión tan personal como nos hacen creer, y digo tal vez. ¿Qué haría que una persona de 83 años, con una enfermedad de la que ayer fué el día mundial, el cáncer, se empeñe en seguir al pié del cañón, amenazando incluso con disparar contra sus ciudadanos?. (Tal vez Fraga pudiera dar una explicación. Perdonad el inciso pero el otro día me dió un vuelco el corazón al ver cómo lo arrastran en silla de ruedas a las reuniones del PP, como una reliquia viva…).
EE.UU., La Unión Europea, el mundo al completo, se mantiene expectante ante lo que ocurra en Egipto, capaz de extenderse -como ya lo está haciendo- al resto de países musulmanes. De lo que allí ocurra dependerá en gran parte el devenir de una nueva historia a nivel mundial. Estamos de nuevo ante un momento crucial para todos, aunque no veamos el porqué de esa revolución de unos ciudadanos contra el régimen de su país.
No estamos jugando al Risk, porque esto no es un juego, aunque la partida la lleven de manera oculta esos líderes de los pueblos, esos adalides de la democracia que manejan a su antojo todo lo que les interesa, y fundamentalmente, el negocio.
Por último decir que estoy acabando un libro magnífico del nuevo Marqués y premio Nobel, Vargas Llosa, cuyo título es «El sueño del Celta» (gracias Tere por el regalo). En él habla de expolio, de esclavitud, de codicia y de diplomacia imperial… exterminando en el antiguo Congo Belga, en la Amazonía y la transformación en un radical independentista Irlandés de su protagonista. Sin tener nada que ver con Egipto, me está ayudando a comprender algo de lo que puede haber pasado muy cerquita de las Pirámides, de las que el pobre Bisbal ha llegado a concocer a través del twitter, con su trend topic. ( #turismobisbal.)
Nagwan, tengo las mismas dudas que tú. Pero cuando el clamor de un pueblo habla de esta manera será porque han llegado al Punto de No Retorno (término aeronaútico), y siguen hacia delante, pase lo que pase.Ojalá que lo que pase sea al final bueno para todos. 🙁
Veo todo lo que pasa en Egipto en las noticias y no me lo puedo creer, jamás lo habría pensado. Ahora ya no hay vuelta atrás, hay mucha fijación que se vaya Mubarak, pero ¿quién cogerá su sitio? ¿será mejor? ¿habrá libertad? esto puede ser el momento del cambio verdadero o también el comienzo de un desastre total. Creo que ahora toca esperar… esperemos que acabe bien la cosa..
En Egipto hay disturbios, la guerra civil en las capitales y los países occidentales encontrar una posición común. Algunos, como el secretario general Ban Ki Moon, pidiendo elecciones libres inmediatamente, mientras que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Mubarak, fortalece la espalda. Tal vez eso es una buena cosa, porque en última instancia debe decidir el pueblo egipcio, la forma de proceder allí. En mis ojos solo que ahora quiere subirse al tren en movimiento al polvo, a veces rápidamente este presidente, Mohamed ElBaradei. Él está en mis ojos no es la legitimidad democrática.