Después de todo el BLA, BLA, BLA, de sus miradas y de sus gráficas, me quedó un regusto tan insulso como un consomé de agua y perejil.
Vi a dos Sres. con las frases hechas y las ideas «congeladas», las cuales iban metiendo en el microondas para servirlas «tibias» a los comensales que habíamos acudido a degustar sus novedades para la próxima legislatura.
Se habló de casi todo y de nada de ello se dijo nada que no hubieran dicho con anterioridad. Se volvió a hablar de víctimas del terrorismo sin siquiera mencionar la palabra «dolor». La economía fué el caballo de Troya que Rajoy intentó meter en el «castillo» de Zapatero, pero parece que los soldados de los datos económicos apenas le produjeron un rasguño al actual Presidente (En funciones). La preocupación por los temas sociales fué la «caballería ligera» con la que intentó atacar Zapatero a Rajoy por los flancos, pero las trincheras que había preparado Don Mariano, impidieron que los cascos de los caballos pasaran más allá de la llanura preparada para la contienda.
Para mí no dejó de ser más que un teatrillo donde los dos personajes tenían perfectamente aprendido su papel. La representación tuvo momentos donde los actores podrían ser nominados a los próximos premios Goya en la categoría de «actor de reparto». Pero España lo que necesita es un Protagonista estelar. Y para mí que ninguno se hizo acreedor a tan alta distinción.
Al final, lo de las elecciones se va a convertir en algo parecido a las votaciones de los «reality-shows»: Manda un SMS con el nombre del ganador al XXXX o llama al teléfono XXXXXXXXX. La chicha de los debates se la deben guardar para almorzársela en el bar del Congreso. Los verdaderos debates, en este país, se hacen siempre en la barra del bar o mientras se juega al «tute» tomándose un carajillo. Lo demás no deja de ser más que otro programa más de televisión, donde lo que cuenta es la imagen. El resto lo tendremos que decir VOTANDO.
Es verdad. Mi propuesta para futuros debates es buscar este formato que hoy tú traes aquí: En un bar, bebiendo un carajillo o jugando al mus o al tute. Con gente llana, del pueblo, sencillas de corazón y de trato.
Y no estos formatos tan a la américana, tan encorsetados que parece que lo que su busca es rellenar hojas de papel de los periódicos y vender más y más ejemplares.
Como bien dices, el resultado y opinión de los españoles no hay que buscarla en los sondeos de media hora, realizados y promulgados por televisiones afines al partido en el gobierno. El verdadero debate se verá el día 9 de marzo en las urnas. Hay es dónde podemos expresarnos de verdad.
Un abrazo y gracias, amigo