El burka

¿Estamos tontos o qué?. Estoy harto de recibir correos, supuestamente no racistas (lo siento amigos, pero no me gustan) abundando en teorías económicas absurdas, culpando a los inmigrantes de todos nuestros males, de la saturación de urgencias, del derecho a la educación, y todo tipo de alertas sobre las ventajas adquiridas por ellos y que pagamos entre todos. ¿Y qué?.

YO NO SOY RACISTA, ni lo quiero ser, así que os ruego que no me envieis más basura de este tipo. A mí no me molesta que una musulmana vaya con su hijaab, mientras se le sale el tanga del pantalón. Tampoco me preocupa que una afgana use el burka como señal de respeto a sus tradiciones, por mucho que se lo hayan impuesto. Porque nosotros nos estamos convirtiendo en más fundamentalistas que cualquiera de ellos.

El hábito no hace al monje, ni creo que una cultura ancestral deba desaparecer de nuestras calles porque sencillamente no la entendamos. Tampoco estoy de acuerdo en eliminar los símbolos religiosos católicos de todo el panorama civil de nuestras instituciones, incluso que el ejército deje de rendir honores a un Cristo, que también es una parte de una tradición propia y llena de respeto hacia nuestra cultura, nuestras creencias y nuestro comportamiento. Pero eso se lo tenemos que decir al que lo fomenta y consiente, no a un musulmán de a pié, o un judío ortodoxo, ni a un católico ferviente.

Somos libres de tener y practicar nuestra religión, sin necesidad de ser perseguidos por ello. También somos libres de elegir un destino mejor para nuestros hijos, allá donde creamos que debemos intentarlo. Y quizás muy pronto muchos de nosotros tengamos que ser emigrantes. Mi padre y varios tíos lo fueron a la fuerza, así que no debemos olvidar que en Sudamérica seguimos siendo gallegos todos.

La foto que he puesto al inicio no está tomada en Afganistán, ni en Argelia. Y además tampoco es demasiado antigua. Es una foto de España, de Ibiza en los años 50. ¿Veis alguna diferencia con lo que ahora criticamos tanto?.

Tal vez en este video se entienda mejor quien tiene la culpa de las caídas económicas de un imperio, en este caso el romano.

Acerca de Carlos

Expiloto de líneas Aéreas, aficionado a las artes: Pintura, Literatura, Música, Fotografía, con ganas de divulgar aquello que he vivido a lo largo de mi experiencia profesional y humana..

13 respuestas a “El burka”

  1. Alitrasto no te preocupes por la acidez. Soy incapaz de dar solución a tanta incógnita. Así que creo que con que seamos capaces cada uno de encontrar nuestras propias soluciones, estamos haciendo lo correcto, al menos de manera ética. Llevarlo a la práctica es más complicado. 😉

  2. Sólo un par de cosas:

    – «Démosles libertad y que ellas decidan». ¿Pueden decidir? Por analogía, ¿estamos seguros de que una mujer maltratada puede decidir? ¿O su estructura de personalidad, el entorno en que ha crecido, su educación, etc. hacen que no sea tan dueña de sus decisiones como sería deseable? ¿No podría ser que una imposición externa actuase, en este caso, como ayuda?

    – ¿Qué libertad les damos? ¿La nuestra?

    Acidilla me he levantado…

  3. Alitrasto, ¡ parezco tonto!. No me dí cuenta de que tenías blog… y acabo de leer tu post http://alitrasto.blogspot.com/2010/05/el-burka-en-barcelona.html
    En fin, es un debate largo, irresoluble… pero somos gente civilizada y estamos aportando aspectos serenos a un tema escalofriante.
    Opresión, preponderancia machista, religión, economía, sufrimiento. Un todo de maldad imperdonable. Pero sinceramente creo que con todo ello se acaba de forma lenta y firme. No al burka cierto. No al hambre. No al maltrato. Pero sobre todo no a cualquier precio. Odiarles por ser como son no les ayuda. Eso es lo que yo pretendo defender, no esas ideas, sino las nuestras que no deben ser intransigentes con las que no tienen la culpa. Démosles libertad y que ellas decidan. ¡Muy dificil! pero no imposible. 😉

  4. Vaya por delante que últimamente estoy bastante enfadada con el Universo, por lo tanto incluso yo pongo en tela de juicio mi ecuanimidad, pero es que o nos pasamos o no llegamos…
    Respecto a lo que nos ocupa y aunque este ejemplo no es paradigmático (espero), tiene miga: cuando multaron en Francia a la conductora del burka, se lió. ¿? Una de las colas que trajo el asunto fue inesperada, lo que, debo admitir, me divierte. Puedes consultarlo en: http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20100611/53943687721/el-companero-de-la-mujer-multada-en-nantes-por-conducir-con-el-niqab-es-poligamo-fiscalia-francia-co.html
    Inferir de un único caso probado que el resto del grupo que comparte algunas características también se pasa las leyes del Estado en que vive por el forro
    es, a todas luces, inválido. Pero da para bastante conversación.

  5. Alitrasto, entiendo perfectamente lo que dices, y lo comparto. Hablar de normalidad, no significa que sea aceptable. Educar para la libertad y el ejercicio de la propia voluntad, sin imposiciones de ningún tipo. Pero ¿prohibirles ejercer su fe debido a un adorno soluciona algo?.
    En España expulsamos ya una vez a los moros, a sangre y cuchillo, a lo judíos, en nombre de Santiago y cierra España!. Y ni entonces ni ahora debemos hacernos tampoco responsables del odio que eso conlleva.
    Hago de «abogado del diablo» porque la sociedad es capaz de reaccionar muy violentamente contra gente inocente, por mucho burka que le obliguen a llevar. El resto es apoyarles, integrarles y convencer a sus tiranos de que las liberen de verdad. Pero declararte cómplice de ello me parece demasiado. Yo desde aquí también intento liberar cadenas y abrir mentes a la reflexión.

  6. Mira, si fueran monjas carmelitas, seguiría opinando que están fuera de lugar. La cuestión es absolutamente independiente de raza, clase economicosocial, religión o procedencia: Si permito que en un entorno que es en parte responsabilidad mía, haya tan sólo una mujer «escondida a plena luz», seré cómplice de aquéllos que las han educado así. Y es más fácil atajar algo en sus inicios que cuando ya se ha establecido o desarrollado, según a qué nos refiramos (en general).
    No quiero que mi sobrina lo entienda como una opción ni como normal, porque en 2010, aquí, no lo es. Es fácil.

  7. La Mima, sabes que el blog es tu casa, y mi cariño está abierto las 24 horas de todos los días del año. Así que primero la obligación y luego todo lo demás.
    Yo tampoco soporto el fundamentalismo de nadie, pero me temo que la sociedad en general se opone al burka por unos motivos menos reflexivos que los tuyos.
    Sencillamente se dejan llevar por una reacción ante lo ajeno, que además culpabilizan de acabar con nuestros símbolos. El crucifijo, los santos y demás.
    Sólo pretendo que no se achaque a los inocentes un mal que está dentro de nosotros.
    Y si se puede hacer que la sociedad opresora hacia la dignidad humana se modifique mejor que mejor. Fuera burkas, fuera mantillas. Sí pero una vez quitado el uniforme habrá que darles algo más que les libere realmente de una forma de vestir, ¡por la libertad total de los individuos!. Besicos.

  8. Por cierto, vengo de vez en cuando querido. No lo que quisiera y mereces, ya lo sé.
    Es complicado organizarse, cada vez más, y lo está pagando mi afición bloguera.
    Besos.

  9. No dudo de los fines puramente económicos (lucrativos digo) de muchas iniciativas, es el pan de cada día.
    Pero ¿sabes?, ahora que es tan evidente que todo lo mueve el hilo rojo de los intereses económicos yo me he replegado en mi sentimiento básico; por eso el rechazo.
    Venga de donde venga la «tradición» su punto es humillar, retraer, ningunear. Es la base, el principio y el final del problema. Solo me pongo tras el burka. NO lo puedo soportar. Venga de donde venga. Reconozco esa inercia, sé que es un muro, pero me jode mucho. No sé si prohibirlo es la solución pero solo imaginarlo me repele.
    Y habrá mujeres que lo tengan tan arraigado que no piensen en otra cosa (como nuestras abuelas con velos, rosarios y dependencias masculinas diversas) pero no me gusta. No puedo.
    Me cuesta respetar a quien no respeta. ¿Que es otra cultura, otra vida?, si, lo que quieras…pero no. Una mujer, por serlo, no merece tanto desprecio.

  10. La Mima, una alegría sentirte otra vez por aquí comentando. Voy a ir por partes.
    Estoy totalmente en contra de cualquier imposición, a la mujer o al hombre, cualquier maltrato, cualquier vejación o cualquier modo de tiranía. Pero el hecho de rechazar todo esto no me debe dejar caer en la tentación de «obligar» a nadie a pensar como yo. ¡apañados iban!.
    Gracias a haber tenido contacto con estas culturas en su lugar de origen, he llegado a respetar cada lugar, cada persona y cada actitud dependiendo de sus circunstancias particulares. Hubiera dado todas mis pobres posesiones por librar de la pobreza a Africa, por llevar auxilio moral a esta pobres mujeres oprimidas, haber liberado de la guerra del hambre en muchos lugares. Pero no puedes vencer a todos. Tú muy bien sabes lo que es luchar por una causa justa y de manera muy valiente. Pero la inercia social, cultural, económica es parte del ser humano, igual que lo es la maldad o la bondad, la generosidad y la ambición, el yin y el yan.
    Todo se confunde y manipula. Pero yo no quiero que me manipulen, no quiero que me manden mensajes racistas camuflados de buenas intenciones. Por eso me rebelo contra ellos.
    Y de la abalción…creo que dije un poco más aquí. https://alasdeplomo.com/ablacion-de-clitoris/
    Un beso a mis chicas favoritas. 😉

  11. Este es un tema sobre el que me cuesta definirme, lo reconozco.
    No puedo soportar ver a una mujer con burka, a mí si me ataca. Que sea una tradición no supone que sea buena, no lo olvidemos. También la ablación lo es….y mira.
    ¿Hemos de respetar una tradición vejatoria?..afortunadamente en España se consiguió y supongo que, como pasó aquí, esas mujeres deberán armarse de valor un día para enfrentar a quienes les obligan a permanecer ocultas mientras ellos se pasean con ropa de marca.
    Pero limitar esa libertad personal tampoco me gusta. No. Supongo que la verdadera diferencia entre una y otra cosa está en la verdadera voluntad de la mujer. Y esa, estarás conmigo, en este tema todavía cuesta conocerla.

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