Al pasar por el Pilar, etc.
La jota completa está en el pasodoble Sierra de Luna. Pero ayer visité el río por ver la crecida (casi todos los zaragozanos solemos ir a verlo siempre que hay una de ellas) y desde luego que no pasaba en silencio. Da un poco de impresión estar al borde del agua, oyendo el ruido de la corriente que arrasa haciendas aguas arriba y abajo… ¡Lástima que no se pueda aprovechar!.
Esto es lo que filmé …
¡bienvenida!, hija del rock and roll, ¿o era de la salsa?… Otro día ya pondré una Jota de los hermanos Anoz que cantaban como nadie las jotas navarras…
En efecto el agua tiene un poder de «atracción fatal» puesto que sin ella no vivimos y con su furia desatada destroza vidas y huertos para «recrear» la vida. Gracias a estas avenidas se limpia el cauce de manera natural, se fertilizan las riberas con el aporte de nuevos sedimentos y se mantiene un ecosistema en un equilibrio inestable en donde lo único que importa es el agua, esencia de vida.
Las metáforas sobre el río son muy acertadas y me alegro de que la corriente te haya traído de nuevo aquí. Creía que te había arrastrado hacia Mequinenza o Caspe. 😉
Yo también me acerqué ayer a ver el río, Carlos. La verdad es que la mañana invitaba, con ese sol tan radiante. Y lo cierto es que yo no escuché el ruido del agua porque mis propios pensamientos resonaban con más fuerza. Pero no sé qué tiene el agua que nos atrae con tanto vigor. Quizá sea la propia fuerza de la corriente, o el deseo de que arrastre consigo todo lo que no deseamos, o quízá que esa misma corriente traiga todo lo que de bueno anhelamos. En cualquier caso, para mi es un lujo estar tan cerca de ese agua que antes de bañar el Pilar ha recorrido otras tierras para mi tan queridas.